💋Capítulo 13💋

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Mientras YunHo veía a JongHo guardar sus cosas en la mochila tras escucharse el tono del timbre, San codeó varias veces al más alto, sonriendo de forma cómplice.

—Anda, YunYun, sin miedo.

—No sé de qué ha-hablas.

—El miedo no un atributo en un alfa — MinGi se levantó —, si lo vas a hacer, hazlo, pero luego no estés de chillón con que no lo hiciste.

YunHo asintió, levantándose con confianza para ponerse al lado de JongHo, quien le dirigió la mirada al ver que el alfa estaba a su lado.

—Hola, buenos días, me llamo Jeong YunHo, eres JongHo, ¿verdad? Yo también vengo de Busan, llegué aquí para el primer año, mis amigos San y MinGi están ahí y podrías acompañarnos, ¡claro, sí quieres! No es fácil ser el chico nuevo, pero no tienes de qué preocuparte, eres bonito y te irá bien, seguro también debes ser inteligente, normalmente no hacen el intercambio estudiantil a menos que el promedio sea de siete en adelante.

San se cubrió el rostro avergonzado, YunHo no paraba de hablar y hablar y veía que estaba asustando al omega.

MinGi no contuvo la risa y empezó a reír, aumentando en gran medida cuando vio que JongHo se levantaba murmurando un torpe «Tengo que irme», le pareció tan graciosa la reacción de YunHo, además de toda la situación en sí.

—No te rías, esto es algo serio — San arrugó los labios.

MinGi siguió riendo sin importarle,  bajando levemente la intensidad de su risa al ver a YunHo acercarse.

—Deja de burlarte, por lo menos yo me acerqué a él, tú ni te acercas a HongJoong.

—Al menos no hago el ridículo frente a él.

—Ya, estúpidos alfas, no es momento de discutir por quién hace el ridículo. Hay que ayudar a YunYun, el pobre asustó a JongHo.

—¿Tan mal lo hice?

—Fue patético, y mira que lo digo yo.

—No le hagas caso a MinGi, sólo tienes que calmarte, JongHo se ve que es algo tímido.

—Y a los omegas tímidos les incómoda el olor a alfa, y tú apestas a alfa emocionado, controlate.

—¿Te gusta JongHo?

YunHo suspiró, haciéndoles señas para que fueran caminando, pues no podían quedarse en el salón en horas de receso y el profesor ya empezaba a mirarlos mal porque no salían.

—Más que gustarme... siento que es quien mi lobo estaba esperando.

—¿EN SERIO? — San chilló emocionado, aplaudiendo suavemente —, ¡qué buena noticia, Yu!

—¿Él te lo dijo, lo sentiste o de qué va eso? — MinGi fue el último en salir.

—Pues, funciona, por así decirlo, de que él me lo dice. Tengo mucha confianza con mi lobo, él sabe todo de mí y yo sé todo de él, incluso cosas sobre sus vidas pasadas, o al menos, de las que recuerda. Así que sí, como tengo tan desarrollado mi lobo, él me avisó apenas lo vi...

—Ooowww, qué tierno, ¡suena como una historia de amor tan linda!

—Sí, quitando el hecho de que en tu primer acercamiento lo asustaste. A todas estas, ¿por qué huyó? Si se supone que son “destinados”.

—Creo que JongHo no ha de tener su lobo desarrollado como yo, recuerda que la gran mayoría de los adolescentes no tienen a su lobo desarrollado, incluso algunos acaban la etapa de la adolescencia sin haber recibido su primer “mensaje” de parte de su lobo interno.

—¿Y qué vas a hacer ahora? No sabemos a dónde se podría haber ido.

—Uh, no lo sé, San, supongo que intentaré hablarle de nuevo... ¿en la salida, tal vez?

—Como digas. Es tan extraño hablar de los destinados... bueno, mejor dicho, de que YunHo encontró el suyo.

—Yo tengo la suerte de que mi lobo me lo dijo, pero capaz y ustedes dos ya lo encontraron, pero como no tienen a su lobo presente, no lo saben.

—Apuesto a que es WooYoung — Suspiró —, ah~, hablando de WooYoung, vamos a la cafetería, quiero verlo.

—Yo sólo voy porque tengo hambre, de resto ese gusano no me interesa.

—¡MinGi, no lo llames así, idiota! Y además, seguro también quieres ver a HongJoong.

—HongJoong no vino hoy, de no ser por la comida, ni fuera, insisto.

—Yo sí quiero ir, quiero ver si JongHo está por ahí.

El rato pasó, vieron las clases que faltaban y YunHo estaba armándose de valor para hablarle nuevamente a JongHo.

El omega parecía ser un estudiante muy aplicado, pues estaba sumamente concentrado en lo que los profesores explicaban, anotando apuntes a una velocidad que lo sorprendía. Seguramente debía de ser de esos estudiantes estrella que siempre sacaban la máxima calificación.

—Vamos, YunYun, tú puedes — San le dio ánimos.

—Corre, que se te escapa.

YunHo había estado tan concentrado en dibujar corazones en la parte trasera de su cuaderno que no notó que, además de que la clase ya había acabado, JongHo ya había recogido sus cosas y estaba saliendo por el marco de la puerta.

—¡Diablos!

Se levantó de golpe, guardando todas sus cosas en la mochila tan rápido como podía, corriendo tras el omega.

—¿No te parece bonito?

—Sólo espero que ese JongHo sea un buen chico, sería algo triste que un alfa como YunHo terminara con un mal omega.

—Tenle más fé, por Dios, no seas tan negativo.

—No soy negativo, quiero creer que todo saldrá bien.

—Como digas... Por cierto, Minnie, hoy tengo práctica, ¿vas a ir?

MinGi no podía decirle que no San, mucho menos cuando el omega le hablaba con sus preciosos ojitos brillando de la emoción.

—Claro, déjame ir a la casa a cambiarm-

—¡Vamos~! Ya te has bañado en mi casa, y tienes ropa de cambio allá. Pasemos directamente a mi casa y de ahí al Doyang.

—Eres muy malo negociando. No.

—Sí quieres, anda~.

Melosamente, San frotó su sien contra uno de los brazos de MinGi, enganchándose a este mientras le daba su mejor mirada de gatito.

—A veces me caes un poco mal.

—¿Eso es un sí, Minnie alfa hermoso?

—No seas mentiroso que bien que si te pregunto “¿Quién es el alfa más hermoso?” me vas a responder que WooYoung. Traidor.

—¡Tú me dirías lo mismo con HongJoong!

—No, realmente pienso que eres el omega más bonito que hay, aunque debo admitir que HongJoong me parece precioso. No te voy a mentir, tu apariencia de cachorrito chocolate me parece tan adorable, y creo que siempre va a ser así.

San sintió que se rumorizaba, MinGi siempre le decía cosas lindas que le ayudaban con el autoestima, no es que tuviera una baja autoestima, pero agradecía tener un amigo como MinGi, pues siempre le decía cosas agradables.

Y algo que se le hacía más tierno aún, era que MinGi en serio pensaba lo que decía, pues al alfa no le gustaban las mentiras y solía ser un poco demasiado sincero.

—Bien, vamos a tu casa, San.

Kiss Kiss~ Extended Version (MinSan) ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora