💋Capítulo 25💋

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Abrió discretamente un ojo, y muchos los veían claramente sorprendidos e impactados con la boca abierta, pero ni señal de que sus crushes los estuvieran viendo.

Entonces MinGi se separó de San, acomodándole un mechón de cabello al sonrojado omega.

—¿Funcionó? — San negó con la cabeza gacha.

Arrugó un poco las cejas y, discretamente, vio hacia la mesa donde estaban sentadas sus personas de interés, y estos parecían en su propio mundo con sus amigos.

Gruñó y volvió a poner su atención en el azabache.

—¿Qué diablos tenemos que hacer para que noten que existimos?

—N-No lo sé...

De pronto, el sentido de la vergüenza atacó a MinGi, haciéndolo bajar la mirada.

Tanto San como MinGi no eran vírgenes, aquella etapa había pasado hace mucho.

Pero ni en su primera vez follando o en sus anteriores celos habían sentido tal pena, muy por el contrario de sus lobos, quienes aullaban y rasguñaban intensos y exaltados dentro de los chicos.

‹Es nuestro alfa, pídele que nos bese de nuevo.›

Bésalo, bésalo, haz que solo piense en nosotros como su alfa.›

San se abochornó ante tal mensaje que le dio su lobo, pensando que este en definitiva tenía algo mal en esa cabeza.

Eso explicaba mucho, con razón no reaccionaba cuando veía a WooYoung con HongJoong, ¡su lobo estaba defectuoso!

Mientras que MinGi apenas y había podido oír la voz de su lobo en su cabeza, había sido como algo tan lejano que ni siquiera alcanzó a escuchar del todo bien, más allá de la palabra “nosotros”.

¿Qué tenía que ver eso? ¿Estaba haciendo las cosas bien para ganar la atención de HongJoong?

Estaba confundido, era el primer mensaje que le daba su lobo y no lo había escuchado en lo más mínimo.

Ambos alzaron la mirada al mismo tiempo, sonrojándose intensamente al encontrarse tan de cerca con sus orbes.

MinGi tragó saliva y bajó la mirada hasta los labios de San, estos estaban brillosos por la saliva y rojizos, casi juraba que lo llamaban.

¿Pero para qué?

¿Era su lobo diciéndole que con eso obtendría lo que quería?

—¿Y si nosotros... lo intentamos de nuevo? — Dijo MinGi subiendo la mirada de nuevo hasta los ojos de San.

Entonces lo haría de nuevo, si con eso llamaba la atención de HongJoong.

—¿Hablas de v-volvernos a besar?

—Sí... — San asintió apenas la confirmación salió de MinGi.

—Así tal vez volteen a vernos, ¿no?

—Sí, sí, claro...

MinGi volvió a presionar sus labios, haciendo que las manitas de San se agarrasen de la nuca del de cabello cenizo del alfa, profundizando la conexión entre sus belfos.

Sabía que se trataba de su mejor amigo de años, pero no podía evitar pensar en lo jodidamente bien que se sentía tener a San en sus piernas y poner besarlo.

Los labios del omega eran tan suaves y encantadores, incluso cuando el aire comenzaba a escasearle en los pulmones, presionó su lengua contra los labios de San, pero notó que este estaba algo avergonzado y tímido, por lo que tendría que hacer algo para que abriera la boca.

Subió levemente la mano que tenía enganchada a la cadera de San hasta la cintura, delineando esta con el pulgar de forma delicada, cosa que hizo al azabache suspirar contra sus labios y entre abrir ligeramente la boca, aprovechó la oportunidad y metió su lengua.

Y, maldita sea, sabía a chocolate, como el dulce aroma característico de San. Era tan enloquecedor que por su mente no pasaba otra cosa que no fuera comerle la boca.

San no recordaba estar tan penoso con cualquiera de los anteriores alfas con los que se había besado - y pasado a mayores.

Ah claro, tal vez era porque ¡se estaba besando y metiendo lengua con su mejor amigo!

Se recordaba a sí mismo una y otra vez que estaban en la cafetería y que no podían ser tan indiscretos porque en cualquier momento un profesor podría verlos y serían mandados a dirección y probablemente, muy probablemente, quedarían suspendidos por el resto del día.

Pero era difícil tratar de contenerse cuando el alfa lo besaba de aquella forma tan dominante y deliciosa, instalaba en él el deseo de querer estar en un lugar más apartado y ver qué podría suceder.

Un momento, ¿desde cuándo él pensaba esas cosas acerca de MinGi?

¡Debía ser culpa de su estúpido lobo defectuoso! Le estaba metiendo en la cabeza cosas que no eran.

—¡¿Qué hacen?!

MinGi y San se separaron al reconocer la voz de bebé de JongHo haciendo berrinche, y efectivamente se trataba de él.

Al lado del omega estaba YunHo, quien tenía la boca abierta a más no poder y no emitía ningún sonido, pero JongHo hacía muecas de asco para terminar cubriéndose los ojos.

—¡Qué asco, qué asco, yo en definitiva no quería ver eso!

—Qué exagerado ere-

—¡Literalmente pude ver cómo le metiste la lengua a San hasta la garganta una y otra vez! ¡Iugh!

Ambos chicos se miraron, sorprendentemente la pena se había ido y ahora no podían apartar la mirada de las iris contrarias.

El corazón de San latía como un maratón, encontrando comodidad y calidez al estar sentado encima del alfa y tener sus manos alrededor del cuello de este.

¿Por qué estaba tan emocionado? MinGi ni siquiera le gustaba, a él le gustaba WooYoung, había estado casi toda la secundaria enamorado de WooYoung, ¿cómo podía ser que de un momento a otro su cabeza estuviera llena de MinGi?

San se veía tan delicado en su regazo, como un tierno cachorrito, y es que no se cansaría de decirle al omega lo tierno que era para él.

Se supone que él solo veía a San como su mejor amigo y el adorable niño con el que jugaba hasta caer rendidos en sus camas, ni más ni menos.

Pero ahora era verdaderamente consciente de que San había crecido, San ya no era un cachorrito, era un omega casi adulto así como él era casi un alfa adulto.

Se había vuelto un omega precioso, digno de admirar como si fuera una deidad.

—Mi bebito se enteró del por qué WooYoung y HongJoong nunca voltean a ver a nadie con interés amoroso, y justo veníamos a contarles cuando los vimos comiéndose las bocas — YunHo arrugó la nariz —. ¿Qué estaban haciendo?

San, algo avergonzado, escondió su rostro en el cuello de MinGi, provocándole ternura al más alto, quien pasó sus brazos alrededor de él para tenerlo bien abrazado.

—Estábamos reforzando la amistad — Guiñó un ojo.

San le golpeó en el hombro ante la respuesta tan descarada, gruñendo ligeramente, y luego miró a la pareja que se sentaba frente a ellos.

Kiss Kiss~ Extended Version (MinSan) ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora