💋Capítulo 28💋

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—¿Cómo conoces mi nombre?

—En esta semana te hiciste popular, ¿sabes? — Rió suavemente —, pero aparte de eso, lo conozco porque mi prima tiene un pequeño enamoramiento por tu novio, así que suele nombrarte cuando habla de él.

—MinGi no es mi novio — Arrugó las cejas.

—¿No? ¡Umm! Qué bueno entonces, a ella le dará gusto saber que tiene una pequeña oportunidad entonces.

—Ajá... si eso era todo, tengo que irme.

—No era sólo eso — Se sentó en el banquillo —, con el que vas a pelear es uno de mis mejores amigos, él siempre ha ganado en esta competencia desde que entró al Instituto con nosotros — Su mirada se tornó intensa —, sin embargo, aunque es mi amigo, espero que tú le ganes.

—¿Por que esperas eso de mí? Deberías apoyarlo a él, yo soy un desconocido.

—Te apoyo porque tienes valor, no cualquier omega hace esto, subir a pelear con un alfa sabiendo que la sociedad va a apoyar es al alfa por el simple hecho de ser un alfa. Eso no tiene pies ni cabeza, por eso los omegas que ignoran esto y aún así surgen por su cuenta son admirables, por eso espero que ganes tú, porque te lo mereces... y porque él es un presumido cuando gana — Volvió a reír.

San se sintió conmovido, ¡su crush le daba tantos buenos deseos! Dios mío, sentía que iba a llorar de la emoción.

—WooYoung, hijo, te estaba buscando, desapareciste de pronto.

¡Oh por Dios, el padre de WooYoung!

No le pregunten a San cómo lo sabía desde antes, sólo lo sabía y ya.

—Vi a San y tenía que decirle algo, papá — Se levantó.

—¿San? — La mirada del alfa mayor se clavó en el omega —, juumm... ¿El otro finalista? Huele a omega.

—Soy omega, señor Jung. Me llamo Choi San.

—Estupendo. ¿Ves esto, hijo? A esto me refiero cuando te digo cómo es un omega ejemplar. Un omega inteligente que sabe valerse por sí mismo, que no depende ni le teme a un alfa. Ah, es una pena que estés enamorado de HongJoong, yo estaría encantado de recibir a este omega en la familia.

Definitivamente San quería llorar de alegría, su suegro, o casi suegro, lo adoraba y eso que apenas lo estaba conociendo por primera vez, ¡incluso lo estaba colocando por encima que el prometido de WooYoung!

Esto es lo que se le considera un magnífico día, claro que sí.

Emocionado, San subió al escenario.

Peleó por WooYoung, por escuchar más se los alientos que el alfa le daba junto con el padre de este.

La sonrisa de WooYoung cuando ganó era algo que jamás olvidaría, era una sonrisa tan hermosa e increíble...

Increíble... MinGi...

Oh no.

Apenas le dieron el trofeo bajó corriendo, importándole poco dar un discurso por haber ganado o alguien más.

Dejó sus cosas en el casillero, buscando el teléfono para marcar el número del alfa, marcó aproximadamente tres veces y este no atendía, por lo que cerró el casillero, puso el candado y corrió por todo el Instituto.

Buscó por todas partes a MinGi, ya sentía las lágrimas picar por sus ojos, tanto por estar preocupado por su mejor amigo como por estar descalzo, pues aún portaba su uniforme de pelea y este no llevaba zapatos, si bien el piso de la escuela se veía limpio, se estaba clavando en sus pies pequeños granitos de arena y comenzaba a ser molesto.

‹Busca afuera›

San corrió fuera de la institución, ignorando el ardor bajo sus pies al estar descalzo en la calle en pleno sol, usó su olfato para tratar de encontrar a MinGi.

Aún con tantos otros aromas mezclados, corrió por donde sus instintos le guiaban, llegando a un callejón que quedaba a una cuadra del Instituto.

—¡MinGi!

El alfa estaba inconsciente, ¡y sangraba por la cabeza!

—¡Minnie, ya voy a llamar una ambulancia! No te pasará nada, no te vayas, por fa-favor...

Para el domingo por el mediodía, MinGi fue dado de alta.

Resulta ser que unos amigos de los que participaron en la competencia no estaban felices con que San fuera a las finales, por lo que planearon hacerle daño a MinGi para que este no fuera a darle ánimos a San y que este, al no tener a su mejor amigo ahí, perdiera.

Claro, no había funcionado.

—¿Cómo te sientes?

MinGi no respondió, únicamente se quedó mirando el techo de su cuarto.

—Minnie, dime al menos algo, no has querido hablar conmigo.

—No sé qué decirte.

—Lo que quieras.

San se había esperanzado ante eso, por fin MinGi se dirigía a él.

—Debe haber estado muy interesante la cosa con Jung como para que te olvidaras de mí.

—¿E-Eh?

—Estaba inconsciente, pero podía oler y escuchar; apestabas a Jung.

—No hicimos nada, él solo fue a darme ánimos junto con su padre.

—Qué bien, ya tienes a tu suegro ganado — Cerró los ojos —. Quiero dormir, San, y quiero estar solo.

Con los ojos lagrimeando y los labios temblando, San asintió aún sabiendo que el alfa no lo veía, se levantó de la silla y salió en silencio de la habitación, sintiendo el corazón hecho una bola de papel arrugada.

Mientras, MinGi abrió los ojos, viendo en la silla donde antes estaba San un pañuelo celeste, lo tomó y olfateó, olía a chocolate.

Olía a San.

Olía a paz.

Se quedó con este al lado de su rostro en la almohada, acomodándose para tratar de descansar algo su mente para el día de mañana en el Instituto.

Kiss Kiss~ Extended Version (MinSan) ATEEZDonde viven las historias. Descúbrelo ahora