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~Narra Alnair~
Tarareaba una canción mientras movía mi cabeza al ritmo de la música. Estaba de camino a mi universidad para mis clases de veterinaria. La verdad es que a los animales me apasionan en especial los perros, me encanta su lealtad hacia a los que ellos reconocen como de su manada.
Desde muy pequeño me criaron con animales en mi casa como mascotas, a lo largo de mi vida he tenido bastantes; entre perros, gatos, hámsters (aunque estos por una extraña razón son muy propensos a morir, por más que uno los críe y cuide bien) hasta peces, lagartijas, y otras también.
Actualmente solo tengo un perro llamado Tango, no pregunten el por qué del nombre, mi mamá se lo puso. Suspiré. Por más que me gustaran los animales la carrera es bastante dura. Pero no me rendiré. Lograré sacar mi título y poder abrir mi propia veterinaria. Coloqué mi mano en mi pecho.
¡Tú puedes, Alnair!
Estaba pasando por un parque que quedaba a unas cuadras de la universidad cuando veo que un grupo de chicos de mi edad, estaban un círculo mientras que otro golpeaba lo que parecía ser un...perrito.
Quité rápidamente mis audífonos, guardándolos en mi mochila, nunca había hecho algo tan rápido.
Corrí hacia el grupo, para posteriormente golpear al que le estaba haciendo daño al pequeño cachorro y me coloqué enfrente de él protegiéndolo. Miré furioso al grupo de idiotas que me miraban con sonrisas burlonas.
—Maldito... quién te crees para golpearme—escupió al suelo sangre.
—¿Qué creen que estaban haciendo? Imbéciles—mascullé; mi voz sonó bastante ronca. Estaba furioso.
—¿Ah? Pues, nos estamos deshaciendo de una larva para el mundo. No merece vivir.
¿Una larva? ¿Quién se cree el para decidir lo que es bueno para el mundo y lo que no?
—¿Algún problema? Pequeño—chasqueé la lengua.
Claramente estos tipos parecían gorilas, sin ofender a los gorilas, por supuesto.
Lo siento, gorila por compararte con estos tipos.
—Aquí los únicos insignificantes y escorias del mundo son ustedes.
Le eché una mirada rápida al cachorro, se veía que tenía una patita lastimada, estaba sucio. Miraba asustado pero parece que no puede moverse sino ya hubiera arrancado. Volví la vista a los tipos y sin responder le atiné un golpe al que anteriormente habló. Este quedó en el suelo, otro me golpeó en el estómago para apartarlo de su amigo. Me levanté rápidamente, lo pateé, el último me golpeó el rostro pero no me apartó.
Lo mire furioso. Le devolví una patada. Sonreí, eran bastante lamentables.
Los 5 tipejos estaban retorciéndose en el suelo. Suerte que practico artes marciales.
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El amor es hermoso pero complicado | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵇˡ
Random➥ Es obvio que el amor es un tema complicado. 12 chicos que no saben nada de esto o han tenido malas experiencias comienzan a sentirlo. ¿Será todo color de rosa? No, eso es claro. Habra drama, oposiciones, inseguridades y mucho romance. 12 chicos...