➥ Es obvio que el amor es un tema complicado.
12 chicos que no saben nada de esto o han tenido malas experiencias comienzan a sentirlo. ¿Será todo color de rosa? No, eso es claro. Habra drama, oposiciones, inseguridades y mucho romance.
12 chicos...
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~Narrador Omnisciente~
Luego del tiempo que pasaron en Animal's paradise. Alnair y Lio se hicieron más unidos. Ambos se hicieron cargo de la cachorra y Lio prometió que cuando Aria se mejorará de sus heridas la iba adoptar.
A Alnair le hizo muy feliz la noticia.
—Me alegra saber que la vas a adoptar, Libra—le sonrió.
—Se ganó mi corazón ¿cómo no lo voy a hacer?—soltó mientras jugaba con los perritos.
—Cuando mejore ¿la podré ir a ver?—preguntó el signo del carnero.
—Obvio que sí, tú la rescataste—mencionó la balanza cómo si fuera lo más obvio del mundo.
Se sonrieron, siguieron jugando con los perritos y gatitos que habían.
Empezaron a ir juntos a la universidad al darse cuenta de que sus departamentos quedaban cerca el uno del otro.
Y así fue semanas después Aria ya estaba completamente curada y se encontraba en la casa del librano.
Alnair iba a verla casi todos los días por no decir que todos.
—Hoy tengo el examen de Cálculo II. Estudié espero que me vaya bien—se apoyó en el hombro de Alnair.
Iban en el subway. Alnair le dio palmadas en la cabeza.
—Sé que te irá bien. Soy testigo de que estudiaste—Lio levantó la cabeza.
—Pero ¿y si falló? Soy el presidente. No puedo fallar—empezó a pensar en las miles de posibilidades. Todas pesimistas obviamente.
Ambos iban solos en el vagón, bueno a excepción de una señora que iba durmiendo.
—¡Hey! Estarás bien. Y si no, pues no es el fin del mundo. Siempre hay más oportunidades. ¿Ya? Calma—lo tomó de los hombros.
Lio miró los rojizos ojos de Alnair y respiró ahora, normal.
—Gracias. Casi me da un colapso nervioso—lo miró la balanza nerviosamente.
—Es normal estar nervioso. No te preocupes—palmeó de nuevo su cabeza y le dio una brillante sonrisa.
Lio lo miró y pensó en ¿por qué no lo había conocido antes?
Alnair era una persona que cualquiera quisiera tener cerca.
Se había vuelto parte importante en la vida de la balanza. Ambos se complementaban de tantas formas.
Lio era calmado, Alnair a pesar de ser tranquilo cuando lo conocías era muy impulsivo y tomaba riesgos.
