➥ Es obvio que el amor es un tema complicado.
12 chicos que no saben nada de esto o han tenido malas experiencias comienzan a sentirlo. ¿Será todo color de rosa? No, eso es claro. Habra drama, oposiciones, inseguridades y mucho romance.
12 chicos...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
*･゜ﾟ･*:.｡..｡.:**:.｡. .｡.:*･゜ﾟ･*
~Narra Ariel~
Vuelta, vuelta, adelante, pie izquierdo, derecho. Stop.
Respiré profundamente. Regulando mi respiración.
—Genial, ya está casi listo—aplaudió mi coreógrafo junto a mi manager. Ofiuco me extendió una botella de agua.
—Gracias, Ofiuco—recibí lo que me extendía mi manager.
—Te falta extender más los brazos en...—tarareó la canción. Yo asentí. Entendiendo perfectamente lo que quería decir el coreógrafo.
—¿Así?—dejé la botella de lado y le mostré.
—¡Así! ¡Perfecto!—me felicitó.
—Genial—sonreí—. Lo haré de nuevo.
Volví a ponerme en posición y comencé la coreografía desde el principio.
Sentí la música en mí.
Era muy refrescante y lo disfrutaba.
Cuando terminé. Sentí los aplausos de mucha gente. Que raro sabía que solo estaba Ofiuco y mi coreógrafo.
Abrí mis ojos encontrándome con más gente. Sentí mis orejas rojas, estaba tan concentrado en sentir la música que no me percaté en qué momento llegaron.
—Eso fue increíble, Ari—me felicitó el coreógrafo. Me acerqué a dónde estaban.
—¿Por qué hay tanta gente?—le susurré a Ofiuco. Él se encogió de hombros.
—El director quería ver cómo ensayabas—respondió el coreógrafo.
Apuntó hacia el director de la empresa de idols donde estoy.
Cygnus Jones. Tenía 24 años, era bastante joven. Las pocas veces que lo vi en la agencia siempre lo encontré guapo. Claro, no se lo iba a decir por supuesto.
—Me encantó tu canción. ¿Es nueva?—se acercó más a mi hasta el punto de ponerme incómodo.
No me agradaba mucho el contacto físico ni que se me acercaran tanto si es que yo no lo permitía. Me alejo intentando no ser brusco.
—Sí, en cuanto terminé de componerla, se la mostré a James para empezar la coreografía—sonreí.
Espero que no se haya visto mi incomodidad.
—¡Espléndido! Eres perfecto—lo miré entre incrédulo y sorprendido.
¿Desde cuándo el director viene acá y empieza a alagar a sus idols?.
Ñe, tal vez si lo hace y nunca me he enterado.
—Gracias—le sonreí.
—Eres bastante guapo—casi me atraganté con la saliva.
