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~Narrador Omnisciente~

Luego de la pelea de Seb y Calvin, y arreglaron las cosas de una manera bastante pasional, las cosas han ido perfectamente.

—No me quiero ir—decía mientras aprisionaba al arquero debajo suyo.

—Caly, me tengo que preparar para dar clases—le acariciaba las mejillas.

—¿Por qué no dices que te enfermaste y te quedas conmigo?—le sonrió coquetamente.

—Aunque esa oferta se ve jodidamente tentadora me veo en la obligación de rechazarla—la sonrisa de Calvin se desvaneció.

—Oh, vamos—lo atrajo hacía sus brazos.

—Caprisun, pareces un niño, déjame ir—mencionó de forma autoritaria. Calvin lo miró y luego soltó un suspiro. Lo soltó—. Gracias, sabía que entenderías—lo besó para luego salir de la cama.

Calvin se hizo un revoltijo en la cama. Quería quedarme con Seb. Bufó.

Pero sus sentidos volvieron en sí cuando sintió un delicioso aroma. Comida. Se levantó e hizo la cama de Seb y luego fue a la cocina.

—Huele delicioso—halaga abrazando al signo de fuego por detrás y poniendo su mentón en el hombro.

—Ni que fuera una película romántica, estoy haciendo huevos revueltos—rompió con todo el romanticismo.

—¡Pero, Sebby! Yo queriendo ser romántico y tu sales con estas—suspiró.

Ups, lo siento don romántico—rió. Calvin bufó y mordió el cuello del más bajo.

—¡Oye! Eso es crueldad—mencionó cuando sintió los dientes de Calvin clavarse en su blanca piel.

—Te va a quedar una marca—rió Calvin, satisfecho con lo que hizo.

—Como quieres que les explique a mis alumnos si me ven así, ¿hace calor sabes?—Calvin seguía riendo.

—Solo es una pequeña marca.

—Sí claro. Ya esta listo—soltó esperando que Calvin se soltara, pero no lo hizo—. ¿Caprisun?

—No te quiero soltar—se aferró más al arquero. Seb suspiró. Saco el pequeño sartén dónde hizo la comida.

Y muy incómodo fue a la mesa y lo puso en el medio, puso pan y los cafés. Todo esto con Calvin aún aferrado a su cintura.

—¿Ahora me puedes soltar? Hay que comer—ahí recién el contrario lo dejo libre y se sentó.

—Solo por ahora—sonrió. Seb rodó los ojos divertido. Se sentó y comenzaron tranquilamente a comer.

Cuando terminaron, Seb se levantó corriendo y fue hacia la habitación y agarró sus cosas.

El amor es hermoso pero complicado | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵇˡ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora