➥ Es obvio que el amor es un tema complicado.
12 chicos que no saben nada de esto o han tenido malas experiencias comienzan a sentirlo. ¿Será todo color de rosa? No, eso es claro. Habra drama, oposiciones, inseguridades y mucho romance.
12 chicos...
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~Narra Seb~
Pasamos un buen rato los seis, pero Calvin se veía distante.
Ay no, ¿hice algo malo? Pero yo no le dije nada. Creo.
Andrómeda y Lyra iban de la mano de sus padres. Miré hacía atrás y Calvin iba mirando hacia un costado, paré un segundo para ver si se daba cuenta, pero nada. Estaba demasiado absorto en sus pensamientos. Caminé detrás de él.
Admiré su ancha espalda.
Literalmente, era mi tipo de hombre. Su pelo castaño se movía al son de sus pasos.
Era tan lindo. Pero tan inalcanzable.
Wow. Debería ser poeta. Reí por mi propio pensamiento.
—¿Sebby?—sentí que me llamaban.
Salí de mi ensoñación y miré a Calvin.
Oh, parece que sí se había percatado de que estaba detrás de él.
—¿Si?—avancé.
—¿Por qué te quedas tan atrás?—me preguntó.
—Solo estaba pensando—le sonreí y comencé a caminar a su lado.
Sí, solo estaba pensando en ti cómo un adolescente enamorado y eso que tengo 25 años.
A veces parezco estúpido. Suspiré.
Tal vez Calvin nunca corresponda mis sentimientos.
—¿En qué piensas?—me preguntó.
Lo que me faltaba.
—En alguien—respondí secamente apartando la mirada.
—Oh—fue lo único que dijo.
Reí internamente, Calvin nunca va a indagar más en una conversación. Siempre ha sido así.
No pude leer su expresión ya que siempre se pone neutro. Pero juro haber visto su ceño ligeramente fruncido que cambió rápidamente.
Seguimos caminando detrás de sus papás.
El silencio por lo menos no era incómodo. Pero veía que Calvin quería decir algo.
—¿Qué pasa? ¿Quieres preguntarme algo?—lo miré, hacía arriba obvio, ya que este era un poste con patas.
—De hecho, sí, ya que estábamos con mis hermanitas casi no hablamos. ¿Cómo te ha tratado la vida?—también me miró.
—No me quejo. Hacer clases a niños a veces es estresante pero divertido. Me rió bastante con su gran imaginación. Así que, bien ¿Y a ti? Debió ser duro estar ahí dentro—miré de nuevo hacia las niñas.
