El amor es hermoso pero complicado | ᶻᵒᵈⁱᵃᶜᵒ ᵇˡ

24.

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~Narra Alnair~

—¿En serio quieres salir con alguien cómo yo?—Lio preguntó inseguro.

—Claro que quiero, no solo eres lindo por fuera sino que eres lindo como persona, me entiendes y me ayudas, como no quererte. Eres increíble—le dije todo sinceramente y desde el fondo de mi corazón.

Yo nunca suelo ser así de abierto, pero con Lio, haría lo que fuera, si tengo que oponerme a alguien por su amor, pues lo haré.

—Pero, suelo ser muy inseguro en ocasiones y puedo ser muy molesto y...—lo callé con un pequeño beso.

—Y si eres así ¿qué? Lio cuando uno quiere a una persona no solo quiere por lo bueno, todas las personas tienen defectos, yo también los tengo, probablemente ya te has dado cuenta de eso, pero...igual me quieres ¿cierto?—él asintió—. Así que yo amaré todo de ti.

Lio me miró y me sonrió para luego abrazarme.

—Gracias, Ali, prometo protegerte y quererte también—me besó el lóbulo de la oreja; me sonrojé.

Fue así cuando empezamos a salir, íbamos juntos y nos devolvíamos juntos, de igual forma no éramos tan pegajosos en público, ya que, a ambos nos daba vergüenza. Prefiramos demostrarnos afecto en privado, aunque eso no negaba que andáramos tomados de las manos todo el tiempo en público.

—Definitivamente deberías abrir una veterinaria—me dijo sonriendo mientras estábamos en el suelo acostados mirando el techo mientras una ya un poco más grande Aria y un Denver, revoloteaban a nuestro alrededor.

—¿Tu crees?—lo miré mientras me daba vuelta y apoyaba mi mentón en mi mano. Él me imitó.

—Yo creo, serías bastante popular. Eres muy bueno y le dedicas mucho a los animales. Yo seré el que administre las cuentas—me sonrió.

—Eso no suena nada mal—sonreímos y Aria ladró juguetona, Denver se acostó en medio de los dos.

Nosotras los mimamos y abrazamos.

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Ahora me encontraba con mis amigos hablando sobre nuestra carrera, riéndonos y diciendo tonteras.

Hasta que Lio llega corriendo con cara asustada mientras sostiene su teléfono con fuerza sobre su pecho.

—¿Ali, puedo hablar contigo un segundo?—preguntó mirando su celular y luego a mi.

—Claro que sí, los veo en clases chicos—me despedí de ellos y seguí a mi novio.

Parecía nervioso.

¿Qué habrá pasado? No creo que tenga relación conmigo, o no del todo.
Ya que estaba mirando angustiadamente el celular.

Ya alejados de todo él se detuvo y me miró.