➥ Es obvio que el amor es un tema complicado.
12 chicos que no saben nada de esto o han tenido malas experiencias comienzan a sentirlo. ¿Será todo color de rosa? No, eso es claro. Habra drama, oposiciones, inseguridades y mucho romance.
12 chicos...
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~Narra Calisto~
—Vamos a ir al centro comercial a comprarte ropa, ¿Okay?—me dijo Vali mientras me sonreía.
—Está bien, no estoy seguro si he estado en algún centro comercial en mi vida—pensé y tenía la sensación de que no era así.
—No creo, pero será bueno que lo conozcas y veas de que trata. Después de todo te falta bastante ropa, me trajeron alguna de tu casa, pero faltan algunas cosas—me dijo.
Al parecer tenía una casa, supongo que vivía con mi madre.
Pero ¿dónde estaba ella? Por que no la podía ver, si estoy con un policía debe ser algo grave.
—Vali, ¿por que no sé dónde está mi mamá?—Vali dejó de preparar su bolso pequeño dónde guardo sus pertenencias.
—Eh, eso es complicado, probablemente cuando recuerdes sabrás. Pero tu madre hizo algo muy grave—me miró y tenía una mirada rara.
—Entiendo. No te preocupes, sé que no quieres contármelo por que puede que reaccione mal—le sonreí de lado.
Supongo que en algún momento recordaré lo qué pasó. Y entendía el por qué Vali no quería decírmelo.
—Gracias por entender, Cali—me acarició suavemente el cabello, haciéndome sonreír.
Me gustaba que hiciera eso.
—Bueno, vamos. Te vamos a comprar un pijama, pantuflas, ropa más abrigada, también ropa interior—enumeró mientras salíamos de su pequeña pero acogedora casa.
Subimos a su auto y partimos al centro comercial.
Cuando llegamos quede impresionado de lo grande que era todo.
Había infinidad de tiendas, de todas las marcas y estilos.
—Wow. Es inmenso—dije mirando para todos lados.
—¿Verdad? Bueno vamos a lo que vinimos, después si quieres comemos Crêpes—me sonrió.
—¿Qué es eso?—ladeé mi cabeza.
—Te van a encantar—me guiñó un ojo, y empezó a caminar, yo lo seguí hasta comenzar a caminar a su lado.
Pasamos a muchas tiendas y compramos muchas cosas para mí que eran necesarias. La pasé bastante bien.
—Ahora vamos a la tienda para comer—sonrió y me guió hasta una tienda, él compro los famosos Crêpes y me extendió uno.
—Que lo disfrutes—yo lo tomé y le di un mordisco.
Estaba delicioso, tenía fresas, crema y la masa estaba exquisita.
—Oh, ¡esto es mejor que la hamburguesa!—dije y seguí comiendo entusiasmado.
