Blinded by childhood, friendship and love

「 XIV 」

⚘Ojalá ser libre⚘

Un mes había pasado después de que Hawks le contara la verdad a Rumi.

Su amistad seguía igual, incluso mejoró. Rumi ahora era un poco más protectora con el alado y este no se quejaba, gustaba de ver a su amiga siendo así.

Los rumores persistían pero ya no era tan exagerado como el primer día y a Rumi incluso se la declararon varias chicas, contándoselo a Hawks más contenta que nunca, aunque ella decidiera no salir con ninguna de ellas.

Hawks por otra parte buscaba inconscientemente y de vez en cuando a aquel chico albino, aunque este nunca apareció, dudando de si realmente lo vio o si simplemente era un chico que se había colado en la fiesta.

Igualmente las cosas seguían como siempre.

—¡Vamos Hawks! Esto no es lo mejor que puedes hacer— Uno de los hombres gritaba al alado.

Desde que entró allí sus entrenamientos variaron pero siempre se hacían en cadena, tocando cada día algo nuevo y repitiéndose a la semana 3 veces al día, los findes los tenía libres aunque a veces disponía de entrenamientos extras.

El día de hoy, lunes, era su vuelo.

Desde pequeño siempre controlaron la velocidad por hora de sus alas y la resistencia de Hawks frente a estas. Sus alas habían sido mojadas por agua fría y caliente, barro rojo hasta pasar por el más espeso, aceite, hielo, petroleo e incluso a veces le añadían peso a estas.

Hawks siempre había completado estos entrenamientos, hasta el punto de que sus alas se hicieron muchisimo más fuertes y sobretodo veloces, pero el vuelo era de los más cansados, pues era al que más le exigían respecto a la resistencia.

Hace 5 años estos entrenamientos tuvieron una línea temporal dónde pararon y se hicieron más cortos y menos intensos por el casi suicidio de Hawks.

Pero tras pasar el tiempo volvieron a aumentar de intensidad.

—Creo que ya vale, dejémoslo por hoy— Comentaba Norikage de brazos cruzados y frunciendo el ceño.

Hawks estaba aún en el vuelo, esta vez con petróleo y pesas en sus plumas que habían sido mojadas con antelación, tal vez era demasiado y el alado sudaba bastante, viéndose notablemente cansado.

Odiaba el petroleo porque dañaba sus plumas y era de lo más pesado, quitarlo era muy difícil además de todo a lo que le sometían y después le perjudicaba en los entrenamientos siguientes.

—¡Hawks, ven ya! —Gritó Norikage tras algunas miradas fulminantes entre los demás, queriendo frenar el entrenamiento de hoy por completo.

El mencionado hizo caso y bajó hasta él, sus alas se sentían tan pesadas que sus piernas no eran capaces de soportar el peso, cayendo de rodillas al suelo mientras Norikage le sujetaba.

—Lo siento, es demasiado peso para mis rodillas— Decía agitado mientras que Norikage le sonreía entre algunas caricias reconfortantes y los hombres se iban, dando por finalizado el entrenamiento.

—No te preocupes, te ayudaré a quitarlo todo— Hawks le sonrió, sino fuera por Norikage más de algunos entrenamientos derrocharían sangre o tal vez más tiempo de lo normal.

Pero a pesar de que sus alas fueran más resistentes y veloces no podían combatir con su debilidad, el fuego.

Era lo único que destruía sus plumas al instante y como mucho, al ser estas más resistentes que antes aguantarían un poco más en quemarse, pero no demasiado.