「 XXXVI 」

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⚘ Enamoras, Pajarito ⚘

Ciertos sonidos de besos podían ser escuchados por todo el salón, no se habían movido del sitio y lo único que hacían era acariciarse mutuamente mientras sonreían.

Dabi se quedaría aquella noche después de todo.

El enfado de Hawks se desvaneció por completo al ver cómo el mayor volvía a mostrarle ese lado que tanto extrañaba de él.

Y aún así seguía luchando con la poca coherencia que le quedaba.

Porque a Dabi realmente le daba igual, si él quería a Hawks le tendría y no le dejaría, pues la liga y todos lo que la componían podían olvidarse de su plan para arruinar la reputación de su padre solo por él, yendo siempre por libre con sus decisiones.

Pero Hawks tendría muchos más problemas, lo único que podía valer ahora sería ocultarlo.

Nadie podía saber esto y menos ahora.

—Touya, un momento —Volvió a frenar el alado a lo que Dabi no hizo caso, continuando con sus besos en los labios de Hawks, pues aquella noche Dabi disfrutaría de lo mucho que deseaba a su amigo de la infancia —Touya.

—¿Qué? —Respondió ronco y con cierta molestia.

—¿Eres consciente de lo que estamos haciendo? —Sus alas volvieron a agitarse, tomando ahora del rostro a Dabi.

—Lo soy ¿No te gusta? — Hawks negó.

—No es que no me guste — Suspiró, apartándose a un lado de Dabi y dándo algunos pasos por la sala —No sé cómo sentirme.

—Keigo, deberías de pensar ahora solo en lo que sientes y no en lo que te rodea — Siguió al alado, abrazándolo por detrás y oliéndole, Dabi no se sentía capaz de dejarlo escapar ahora —Quédate conmigo, esta vez no te dejaré.

El alado rió por lo bajo ruborizado aún y notando cualquier cosa que Dabi hiciera.

—Es difícil en mi situación — Dabi resopló molesto, volviendo al frente de Hawks y coqueteándolo más entre caricias, miradas y palabras para que dejara de darle vueltas a esas cosas.

—Te deseo, Keigo— Hawks abrió sus párpados al escuchar esto y observó cómo volvía a entrelazarlo entre sus manos, quedando mudo por la sinceridad—Te deseo y ya, así que dime que sientes lo mismo y larguémonos de aquí, esta vez juntos.

El alado bajó sus alas levemente, agitándolas en el proceso y mirando el rostro de Dabi.

Eso era lo que siempre quiso.

Pero ahora él tenía una vida allí y tal vez no le importaría dejarla por él, pero su lealtad a la comisión era grande, además Norikage y Rumi quedarían atrás.

—Touya yo... — Paró un momento, momento en el que Dabi aprovechó para tomarlo de la mejilla y apoderarse completamente de sus labios de nuevo.

Empezaba a gustarle demasiado hacer esto.

Hawks recaía. Sentir aquellos labios fríos pero cálidos sobre él, le hacía replantearse todo de manera exagerada, pues incluso la impulsividad podía dominarlo y él nunca se dejó llevar por esto, queriendo irse de allí con él incluso ahora mismo.

Blinded by childhood, friendship and love Donde viven las historias. Descúbrelo ahora