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Llevárselo a su hogar fue un arduo trabajo, ya que llevaba al menos dos metros de puro músculo, además de que el hombre estaba desmayado y era demasiada la diferencia de estatura y contextura de ambos cuerpos.

Siempre demoraba al menos diez minutos en llegar a casa pero ahora con el cuerpo- que emanaba un exquisito olor cabe decir- encima de él se demoró al menos treinta minutos, pero llegó sin contratiempos a su hogar.

Sin delicadeza tiró el cuerpo al suelo y fue corriendo por su botiquín de emergencia y en estos momentos le agradece a su padre por siempre exigirle tener de todo en él, incluyendo hilo, aguja, anestesia, etc, y limpio todo tipo de herramienta que usaría y se puso manos a la obra.

Tenía dos perforaciones de bala, una en el hombro y la otra al menos diez centímetros arriba de la pelvis. Saco con cuidado ambas balas y puso al menos cinco puntos a cada una de las heridas, además de limpiar y poner ungüento a cada hematoma del -magnífico- cuerpo.

Con sus pocas fuerzas lo levantó con cuidado para no abrirle los puntos y se lo llevó a su habitación, no estaba seguro de si quedarse o no allí, primero el tipo podía despertar y hacer un alboroto por no saber donde esta y dos si se quedaba haría lo mismo, pero podría golpearlo y él no quería eso. 

Decidió quedarse, pero dormiría en el sillón de su habitación para así no incomodar, y para evitar el asombroso olor que emanaba el alfa, si ya se había dado cuenta de que era un alfa, pero no sabía de qué especie, era muy grande para ser el de un león, dejó de darle vueltas al asunto y se dedicó a dormir, mañana necesitaría atender a su invitado y darle algunas explicaciones con respecto a sus heridas.

Decidió quedarse, pero dormiría en el sillón de su habitación para así no incomodar, y para evitar el asombroso olor que emanaba el alfa, si ya se había dado cuenta de que era un alfa, pero no sabía de qué especie, era muy grande para ser el de un...

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Taehyung llevaba diez minutos batallando para no levantarse e ignorar el molesto sonido del celular que retumbaba por toda la habitación, pero no podía, dejaba de sonar y al minuto volvía a sonar. Quien en su sano juicio llamaba a las ocho de la mañana un día sábado.

Otra vez el maldito sonido, con ánimos de perros y gran pereza se levantó a contestar el bendito celular.

─Jeon Jungkook, ¿¡dónde mierda estás!?. Tu padre está como loco pensando en que Shin te tiene y piensa ir por su cabeza, y la tuya al mismo tiempo.─aquella voz gruesa fortalece poner nervioso a Kim. 

─Mmm... Hola ─ dijo Taehyung

─¿Jungkook?─ preguntó el desconocido 

─No, soy Kim Vante y estoy cuidando a él tal Jungkook─respondió algo tímido y miró al cuerpo tendido en su cama

─¿Cómo que cuidando a Jungkook.?─ la voz al otro lado se oía desconcertada 

─Ayer lo encontré tirado en un callejón, estaba bastante malherido.

─Podrías decirme que tenía

─Dos perforaciones de bala, no conozco mucho, pero quizás eran de 10 mm quizás de una 45 acp, eso era lo más grave el resto de su cuerpo solo tenía hematomas 

─¿Cómo sabes tanto?, bien eso no importa, podrías darme tu dirección para ir por él.

─Claro.

Luego de ponerse de acuerdo con la dirección y la hora Taehyung fue a preparar el desayuno, también busco unas pastillas para el dolor muscular y de cabeza.

Con todo listo fue a su habitación para despertar al desconocido- no tan desconocido- de nombre Jungkook.

─Señor Jungkook─ llamó en un susurro mientras lo movía levemente para no hacerle más daño─Señor.

─Mmhg─ se quejó el hombre mientras abría de a poco sus ojos─ Parece que el idiota de Shin si logro asesinarme, mira que ángel más maravilloso me recibe.
Taehyung se sonrojó un poco por aquello pero lo dejo pasar

─No soy un ángel y mucho menos está muerto─aclaró ─ayer lo traje a mi casa luego de la paliza que le dieron, su primo creo que era llamó para maldecirlo en mil idiomas y para avisar que venía a buscarlo, así que tómese aquello y levántese.

Dijo para ponerse de pie y marcharse de aquella habitación, la mirada del alfa lo estaba poniendo nervioso

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