Capítulo 29.

768 75 80
                                    

<Lo había mencionado capítulos anteriores, pero se los recuerdo; de vez en cuando habrá capítulos narrados por los demás personajes, como este, por ejemplo:)>

Miré la puerta del aula por enésima vez en el día. Sadie había faltado hoy, sin avisar, y sin responder ni un solo mensaje desde anoche. Maya me había avisado que estaban en la casa del árbol. Por deducción propia, supe que tenía algo que ver con Millie.

Y mi teoría se confirmó cuando me enteré que esa usurpadora tampoco había asistido hoy.

-Rindete Sophie, no vendrán hoy.- Miré a Sofia con una mueca.

-Tenía la esperanza de que sí viniesen.

-¿Sadie y Millie o solo Sadie?- Preguntó Caleb con una sonrisa burlona. Muy amablemente le mostré mi dedo medio, con todo el respeto del mundo, claro.

-Jodete, con cariño.- Gaten rió negando con la cabeza.

-Pero en serio, es muy tarde y dudo que venga.

-Me preocupa que no responda...- Murmuré.

-Hey, estará bien seguramente.- Ánimo Sofia dándome un palmaditas en la espalda. -Sabes que pasó la noche bajo el resguardo de Maya, no hay nada de que preocuparse.

-Odio cuando tienes razón.- Suspiré. -Maya sabe cuidar a mi zanahoria estúpida.- Sonreí ligeramente. -Pero sigue molestándome la presencia de la usurpadora.- Gruñí por lo bajo.

-Ella no tiene la culpa de ser el gusto especial de Sadie.- Miré al rizado. Tenía razón, pero a él nunca se lo diría en la cara.

-Sus papás la hicieron con demasiado amor..- Murmuré desparramandome en la banca. -Tiene una belleza descomunal, nadie puede contra eso.

-También eres hermosa.

-Gracias Caleb, pero no me puedo comparar con ella.- Suspiré mirando de nuevo la puerta. Posteriormente dirigí mi mirada a Sofia, quien mantenía una mueca en su rostro.

-De hecho, no debes compararte con nadie.- Levanté la vista con una sonrisa. La voz, era mi ángel de la guarda.

-¡Chiara!- Levanté los brazos con emoción.

-¡Sophia!- Respondió de la misma manera.

-Santa protectora de las lesbianas.- Lloriquee estirando mis brazos hacia ella, esperando un abrazo.

No me hizo esperar mucho, ya que de inmediato me envolvió entre sus brazos. Olía a hogar, y perfume caro.

-De nuevo colandote a la escuela.- Rió Caleb. Fruncí el ceño.

-No te metas con mi mujer, poste con patas..- Murmuré con advertencia.

-¿No era yo tu mujer?- Solté a Chiara para ver a Sofia.

-También. Todas son mis mujeres.- Ambas chicas rieron.

-Un gusto verte por aquí, de nuevo.- Dijo Gaten mirando a mi mujer con una sonrisa.

-Ya los extrañaba y- la interrumpí.

-Especialmente a mí.- La pelinegra rió, pero aún así asintió.

-Sí, de hecho. Volví solo por ti.- Sonrió. -Era una emergencia sentimental, así que no la hice esperar.- Sonreí a la par.

-Eres un sol.

ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora