Estaba completamente exhausta. Y todo era culpa de Chiara, quién se había aferrado a mí todo el día para ayudarle a preparar la bendita fiesta que sacó de la nada.
Sé que lo hacía por un bien mayor, pero no entiendo su afán de ser yo la única que le ayude con todo esto. Sadie y Sophia llevaban horas desparramadas en el sofá sin intención alguna de levantarse en ningún momento.
-¿Podemos acabar ya?- Me quejé por milésima vez, lanzándole otra mirada asesina a la pelirroja.
Tenía más de veinte minutos mirándome sin descaro alguno. ¡Pero no se levantaba de ese maldito lugar a ayudarnos un poco con todo esto! En lugar de relajarme me estaba estresando más y más. La pecosa solo me dedicó una sonrisa divertida y volvió a la plática con Sophia.
-Aún hay muchas cosas que hacer.- Gruñí pasándole una caja con lo que parecían ser luces led.
-¿De dónde sacaste todo esto?
-Mandé a Maya y Natalia a comprarlas mientras tú y yo limpiabamos ese patio descuidado.- Realmente estaba muy descuidado. Sadie venía bastante seguido, pero aún así no encontraba el modo de mejorar el césped.
-¿Por qué esas otras dos no hacen nada?- Nuevamente me quedaba. ¡De verdad era muy injusto!
-Fácil. Sophia me amenazó con dejarme sin besos por mucho tiempo y yo no pienso sacrificar lo único bueno en mi vida por esto.- Sonrió estirando la serie de luces y mirando el diseño de estas. -Y Sadie es un poco muy torpe con las cosas a veces. Más aún si está nerviosa.
-¿Y eso qué tiene que ver?
-Dios mío, Brown.- Rió. -Lleva todo este rato mirándote como si quisiera saltarte encima y besarte infinitamente. Sí la tuviera aquí, con tu sola presencia estaría sudando de los nervios.- Se subió a un pequeño banco para colocar las luces por la pared y techo. -Es lo que causas en ella, Millie. La vuelves un maldito tornado sin control de sus extremidades. Se vuelve demasiado torpe.
-No sé si eso me alegra demasiado o si debería empezar a preocuparme por su torpeza repentina.
-Bueno, tú eres igual que ella en estos casos.- Fruncí ligeramente el ceño. -Creo que ambas tienen una personalidad muy parecida, aunque tú eres más expresiva con tus palabras, mientras que ella se guarda todo.- Levanté una ceja sosteniendo un poco el banco para que no cayera al piso. -A lo que voy es que siempre actúan similar cuando de amor se trata. También te vuelves torpe, pero con tus palabras.
-Creo que quieres robarle el trabajo a Natalia..- Murmuré desviando la mirada a Sadie.
Tenía cierto grado de verdad con eso de mí torpeza al hablar. Aunque Sadie no es mucho de ponerme nerviosa, casi siempre soy yo quien la pone nerviosa. O al menos es así últimamente.
-Me sorprende lo versátiles que pueden ser en muchos aspectos.- Rió bajándose del banco. -Es como que se turnan en las cosas que hacen.
-Así deben ser las parejas, ¿no?- Asintió con una sonrisa.
-Por supuesto. Aunque claro, con ustedes es especial de alguna manera.- Miró a la pared para verificar cómo iba quedando su decoración. Que a decir verdad, nos esmeramos mucho en hacer que la casa se viera muy elegante luego de unos meses abandonada. -Siempre tuvieron algo especial.
-Antes no funcionó..
-Su caso es curioso.- Me miró. -Eres la persona correcta para ella, y ella es la persona correcta para ti.- Colocó una de sus manos en mi hombro. -Lo único "malo" fue conocerse en tiempos incorrectos.- Me dió un par de palmaditas. -Básicamente, la persona correcta en el momento incorrecto.- Sonreí un poco.
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ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)
FanfictionTras un accidente automovilístico, Sadie padece de ciertas visiones que poco a poco la llevan a la desesperación, Millie pierde la memoria y ambas se unen para superar sus problemas juntas. ¿Sadie logrará recuperar al amor de su vida? ¿Millie podrá...