Capítulo 26.

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Cuando se separó de mí, sentí que se llevaba una parte de mi alma. Suspiré aún sin abrir los ojos, no era necesario hacerlo para saber que ambas teníamos el rostro completamente sonrojado.

Sentía mi rostro arder como nunca, y mi corazón estaba tan acelerado que casi podía escucharlo latir.

-Lo lamento...- Escuché en un ligero susurro. Abrí los ojos de inmediato.

-No, no lo lamentes.- Sus ojos se apartaron de los míos. Una sensación extraña me invadió; no me gustaba perder de vista sus ojos.

-Se volverá incómodo por mi culpa.- Susurró. Negué colocando mis manos en sus mejillas de nuevo, siendo esta la milésima vez que lo hacía hoy.

-Hey...- Sonreí logrando captar su atención, ya que volvió a mirarme. -Este beso me hizo saber una cosa.

-¿Qué cosa?- Preguntó frunciendo el ceño.

-No tengo un gusto especial por las pelirrojas...- miré sus labios brevemente. -Tengo un gusto especial por ti.- Volví la vista a sus ojos. De nuevo su rostro se volvió color carmesí, me estaba acostumbrando a verla de esa manera.

-Oh por Lady Gaga, basta.- Soltó en un ataque de nervios. Sonreí soltando sus mejillas con cuidado, tomando un poco de distancia. -No sé... ¿Cómo mierda haces esto?- Sobó su frente con una sonrisa.

-¿Qué hice?- Rió mirándome.

Juraría por lo que más quiero en el universo, que el brillo de sus ojos lograban atraparme cada vez más, sin importar cuántas veces los viese; lograban encerrarme en una burbuja de completa admiración. Siendo ella no tan expresiva verbalmente, me contaba sus sentimientos a través de sus ojos. Para mi fortuna, justo en este instante lograba ver una felicidad brotar de ellos, eso solo mejoraba el día cada vez más.

-No lo sé, ¿qué me hiciste?- Suspiró. -¿Qué me has hecho durante tantos años?.

-Un amarre.- Estaba nerviosa, la manera en que me miraba solo hacía que mis ganas de besarla aumentaran.

-Harry Styles me libre de tus amarres, me tienes de una maldita ala a pesar de tanto tiempo...- Rió ligeramente.

-Puedo decir lo mismo.- Sonreí. -Desde mis recuerdos puedo ver lo mucho que... Lo mucho que me gustabas.- Carraspee, una amplia sonrisa apareció en su rostro.

-Actualmente, ¿te gusto?.

-Quizá, no tengo ni la menor idea...- suspiré. -es decir, siempre que te veía me parecías súper atractiva, se podría decir que fuiste mi crush desde unos meses atrás, aunque siempre fue superficial. Físico solamente, ¿entiendes?- Con un rostro semiconfundido asintió.

-Bueno, tu crush te besó, ¿qué sigue?- Mordí mi labio divertida.

-Quizá yo debo besar a mi crush, ya sabes, devolverle el beso que me robó.- Sonrió.

-¿La besarás ahora?- negué, a lo que ella hizo una mueca confusa.

-Le robaré un beso para estar a mano, será cuando ella no esté lista.- Rió.

-Ella siempre está lista para besarte.- Levanté una ceja. -Es decir, cuando tú quieras claro..- Volvió a reír con notables nervios.

-Es bueno saberlo...- Sonreímos a la par.

Antes de poder decir algo más, la puerta se abrió casi de golpe. Ambas pegamos un brinco al escuchar el estruendo, miramos con miedo y curiosidad.

-Te encontré.- Sentí un alivio a ver la rubia pecosa con una caja de pizza en sus manos.

-¡Maya!- Gritó Sadie parándose casi de un salto, corriendo directamente a los brazos de Maya. Sonreí enternecida al verla colgarse de la mayor como una niña pequeña.

ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora