Capítulo 35.

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Luego de unos minutos en silencio. Maya fue a la cocina para llamar a la psicóloga de Sadie. Mientras tanto, Sophia llamaba a Chiara para avisarle que la pelirroja estaba bien y que ya no se preocupara. Y finalmente yo me dedicaba a acariciar el cabello de la pecosa, quien recargaba su cabeza en mi hombro mirando a la nada.

-No creo poder dormir hoy.- Dijo de pronto, jugando con sus manos.

-Estaré contigo toda la noche, puedes dormir sin problema..

-¿No habrá problema con tus padres?- Tomé su mano con cuidado.

-Que se jodan, en este momento solo me preocupas tú.- Levantó la vista.

-¿Y qué pasará contigo si se enteran?.

-Lo resolveré luego, justo ahora quiero que estés bien, y si te parece la idea, velaré por ti toda la noche.

-No quiero ser una carga para ti.- Soltó mi mano poco a poco. -No de nuevo..- Susurró apartando la mirada.

Fruncí ligeramente el ceño y me acomodé en el sillón. Suspiré y tomé su mentón delicadamente, volviendo su vista a mí.

-¿Qué te hace pensar que eres una carga? Hago esto por ti, porque me importas, y has sido lo más maravilloso de literalmente toda mi existencia.- Subí mi mano hasta su mejilla. -No te trates así, no eres una carga, ni para mí, ni para nadie. Solo eres un ser maravilloso que necesita un poco de ayuda e impulso. Y estamos aquí para darte lo que necesitas.- Suspiró asintiendo con la cabeza. Enseguida ya la tenía rodeando mi cintura con sus brazos.

-Gracias por estar aquí.- Dijo en un susurro. Correspondí el abrazo gustosa, y acaricié su cabello nuevamente.

-Déjame ayudarte..

-Déjame ayudarte.- Levanté la vista, apreciando el tono azulado de sus ojos.

-¿Y si no hay manera de ayudarme?- Negó, tomando mis manos.

-Siempre hay una manera, Millie. Somos muy jóvenes aún, tenemos el tiempo del mundo para solucionar esto y más, ¿bien?- Asentí lentamente.

-Te ayudaré, así como me ayudaste a mí.- Sonreí cerrando los ojos y dejándome llevar por el olor a vainilla que desprendía.

-Listo.- Escuchamos a Maya decir mientras se acercaba a nosotras. -Hablé con Camila.- Supuse que se refería a la psicóloga. Sadie se separó de mi lentamente y miró a la rubia, esperando una respuesta.

-¿Qué te dijo?- Maya suspiró y se sentó junto a Sophia.

-Está ocupada esta semana y no puede atenderte.- La miré. -Además... Me sugirió un cambio.- Murmuró.

-¿A qué te refieres?.

-Dijo que lo que te pasó va más allá del estrés postraumático. Que es muy peligroso y requiere otro tipo de ayuda.- Hizo una mueca. -Me dijo que, la mejor opción era internarte por unos días, quizá semanas o más.- Levanté ambas cejas y miré a Sadie.

-¿Internarme..?

-En un hospital psiquiátrico.- Dijo Sophia. -¿Verdad?- La rubia asintió.

-Yo no necesito eso.- Me miró, bastante preocupada. -¿Verdad Millie? Diles.. diles que estaré bien. Tomaré mis medicinas al día y no me quejaré, se los prometo.

-Hey..- Murmuré. -No nos apresuremos, quizá ella no necesita internarse, quizá solo deba ir con otra persona que la pueda ayudar. Un psiquiatra, algo.. no sé..- Carraspeé intentando no mirar a Sadie. No tenía suficiente corazón para verla suplicar de esa manera.

ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora