ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)

Capítulo 17.

Nota: En este capítulo hay un cambio de perspectiva, primero Sadie y luego va Millie, atentxs que ya no vuelvo a avisar. Ojo 👁️

-¿Estás segura de que nadie nos vió entrar?- Pregunta mi linda novia quitándose el suéter con una sonrisa.

-Solo está Mitchell en casa, y ese tipo no se entera de nada.- Sonreí cerrando la puerta, o el intento de puerta. La casa del árbol tenía muchas fallas, en varias ocasiones la puerta se cayó sin más. De suerte no se ha derrumbado.

-Entonces tenemos tiempo.- Caminó un poco más adentro de la casita. La seguí con una sonrisa.

-¿Tiempo para qué?- Pregunté fingiendo no saber a qué se refería. Una dulce risa salió de sus labios, no me cansaba de escucharla.

-Sigue así y te quedarás sin besos. Sabes a lo que me refiero...- Giró para mirarme. Me acerqué más a ella.

-Lo sé, pero me gusta que lo digas...- Susurré tomando su mano, mirando directamente a sus ojos.

-Tenemos tiempo para besarnos.- Murmuró. Su vista bajó a mis labios por un segundo, sentí un leve escalofrío, y solo con eso logró ponerme nerviosa.

Lamí mis labios inconscientemente, a lo que ella suspiró, volviendo su vista a estos. Carraspee por lo bajo sintiendo el calor subir por mis mejillas.

Estaba ansiosa por hacerlo, pero nunca lograba tener la valentía de besarla. Siempre era ella quien lo hacía, siempre comenzaba todo.

Cuando creí que todo se volvería incómodo, volvió a suspirar, subiendo su vista a mis ojos. Y con una leve sonrisa acercó más su rostro.

-¿Me vas a besar o sigo esperando?- Susurró. No dudé ni un segundo más y me lancé directamente a besarla.

Todo alrededor dejó de importarme, solo éramos ella y yo, dejándonos llevar por el momento.

Solté su mano y la tomé de las mejillas acercándola un poco más. Ella, tomando un poco más de atrevimiento, colocó sus manos en mi cintura, acariciando lentamente y acercándome lo más que podía.

Sus manos bajaron un poco más hasta mi cadera. Suspiré separándome un poco del beso, ambas nos miramos con una sonrisa cómplice.

Esta sería una noche muy larga.

Sonreí ante el recuerdo. Este lugar siempre me llenaba de nostalgia, recordaba mil cosas al segundo, y en la mayoría de casos me hacía sentir feliz recordar.

-Zanahoria homosexual.- Miré a mi alrededor. Seguía en la casa del árbol, y al parecer Maya había llegado ya a recogerme.

-Rubia anciana.- Miré hacia la puerta. Ella sonrió levantando un par de bolsas que cargaba en manos. -¿Qué es eso?.

-Comida para mi niña desamparada y hambrienta.- Levantó las cejas repeditas veces y se dirigió a mí, sentándose a mi lado. -Cuéntame, ¿cómo te sientes?.

-Sonaste a mi psicóloga.- Rió abriendo la bolsa. -¿Es pizza?- Asintió. -¿Vegana...?- Volvió a asentir.

-Tu favorita.- Sonreí. -Desde que eres vegana ya no compro cosas que no lo sean, aunque no sean para ti, me acostumbré a comprar todo vegano.- Reí por lo bajo. No tenía mucho desde que decidí serlo, aunque mayor parte de mi vida me consideré vegetariana. Pero si había una forma de disfrutar el sabor de la carne sin que un animal muriese, yo estaba feliz de ello.

-Considero que es bueno que lo hagas.- Sonrió sacando la caja de la pizza. Fue difícil encontrar una pizzería vegana que no tuviera precios extremadamente altos.