Capítulo 12.

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Estaba avergonzada, muy muy avergonzada. Había pasado una de las peores penas de mi vida. ¿Por qué nadie me dijo que Sadie y Sophia no tenían una relación? Era sencillo decírmelo, me hubiesen ahorrado la pena del baño y yo no hubiera quedado como una rara celosa.

Que no estaba celosa, porque no hay motivos en lo absoluto. Aunque si, si me pondría celosa de tener una relación así de linda como la que yo suponía que tenían. Pero no porque alguna me guste.

En general no sé si me gustan las mujeres. En ocasiones creo que si, pero también me gustan los hombres, o eso creo. Es un tema confuso para mí, quizá mi yo del pasado sabía que era lo que me gustaba, o quizá también estaba confundida yo.

¿Pero por qué relaciono esos temas? ¡No debería relacionarlos!.

Muy bien, estaba nerviosa por algo pero no sabía porqué. Quizá era un presentimiento, quizá solo estoy así por los exámenes o no lo sé, probablemente ni siquiera sé dónde estoy parada. Tenía mucho estrés encima y no sabía cómo eliminarlo.

-Entonces por eso discutimos ese día. Tú querías perros y yo gatos.- Miré a Sadie, quién acababa de contarme una historia que probablemente era importante y yo no le presté atención.

-Siempre me gustaron los perros.- Asintió. -¿Sabes si me gustaba algo más... Específico?

-Ah... Te gustaba la lasaña.- Dijo con una sonrisa.

-Yo me refería a... Personas, gustos específicos ya sabes.- Frunció el ceño pensando. Ahora que lo veía, siempre tenía el ceño fruncido.

-O sea... Te gustaban chicos altos.- Negué.

-No me refiero a eso...- Me rasqué la nuca.

-Oh, ya entiendo.- Sonreí. -No te lo diré, tienes que descubrirlo, de eso se trata.- Hice un puchero. -No me hagas esa cara, no me vas a convencer.- Apartó la vista.

-Por favor, Sadie. No te cuesta nada decirme.

-Si te lo digo lo vas a tomar como una orden, como que es algo que se queda así, y quizá no es así. Necesitas explorar para saber cuándo no tienes ni la menor idea.

-¿A ti qué te gusta?.

-Me gusta la pizza, ¿y a ti?- Rió y yo sonreí. -Me gustan las chicas, gracias por preguntar.

-¿Cómo lo supiste?

-Solo... Lo supe y ya.- Rió. -No lo sé, nunca me gustaron los chicos, ni intenté que gustaran, solo sé que ya lo sabía.- Estaba aún más confundida. -Pero eso es sobre mí, en todos los casos es distinto, ¿sabes?- Asentí.

-¿A Sophia qué le gusta?

-Una hetero.- Reí y ella sonrió. -También las chicas, aunque generalmente odia al mundo entero.- Me lo esperaba.

-Eso es genial, los chicos son un asco y ni siquiera he estado con uno.- Rió.

-Digo lo mismo.

-Muchas veces me lo pregunto.

-¿Qué cosa?.

-¿Quién soy yo?.

¿Quién se supone que soy?

No soy capaz de conocerme a mí misma.

-Eres Millie, una chica increíble que tuvo un evento desafortunado.

-No hablo de quién era, hablo de quién soy ahora.

¿Quién debo ser?

No puedo ser alguien como quién fui.

ᴛʜᴇ sᴄɪᴇɴᴛɪsᴛ [sɪʟʟɪᴇ] (CANCELADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora