Capítulo 5

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Le escribí a Benjamín para decirle que me sentía muy mal del estómago, que ni se apareciera porque estaba de muy mal humor por eso.
Cuando Juan Pedro Lanzani entró a mi pequeño departamento se quedó mirando un portarretrato donde yo era chica, estaba con mis papás.
-Eras una miniatura como sos ahora- se rió, después volteó para mirarme- no tiene nada malo eh, digamos que tiene su encanto-me guiñó un ojo.
¿Me guiñó un ojo?
-Seguro acostumbras ir a dormir a lugares más grandes, igualmente estoy orgullosa de este lugar, pude comprarlo yo solita-asentí con la cabeza e inevitablemente se me formó una sonrisa.
-Es.. Cálido-asintió con la cabeza- y sí, no suelo venir a lugares así, pero es lindo que se sienta cálido, no en todos los lugares uno siente a un lugar de esta manera
-¿Eso es un cumplido para mi departamento?-elevé mis cejas, él asintió con la cabeza y me sonrió, a los dos minutos se le borró la sonrisa, supe que algo iba mal.
-No pensé en mi ropa, no tengo nada para mañana..
-Tengo algo de mi hermano.. Él se queda acá cuando me voy de viaje-que mentirosa, solté un suspiro-puedo prestarte algo
-Esta bien.. Gracias.. ¿Lali?
-Sí.. Lali..-me quedé tonta, distraída, mirando sus ojos verdes indescifrables.
-¿Pedimos delivery? Invito yo-él me sonrió nuevamente- ya es tarde, el día voló, no da que te pongas a cocinar
-Bueno... Bueno..-terminé asintiendo.
Peter pidió pizza y quién bajó a recibirla fui yo, cuando subí él había puesto la mesa.
-No me costó mucho encontrar las cosas por suerte
Él era tan distinto a como lo había imaginado, no deja de sorprenderme.
-Gracias
Nos sentamos y agarramos una porción.
-Quiero saber más acerca de vos, ¿haces otra cosa además de ahora trabajar conmigo?-me miró, me puso toda su atención.
-Te va a sonar tonto, pero vivo del arte, hago cosas por encargo, cuadros, esculturas.. Artesanías.. En el pasado el arte me salvó de un momento.. Uno duro..-tomé aire y lo solté.
-No tenes porque decirme que pasó, contame más acerca de lo que haces..
-Muchas veces expongo mis cosas.. No suele ir mucha gente, solo mis conocidos y mis papás obviamente, ellos siempre me apoyaron, sobre todo cuando estudié historia del arte, no se gana bien, vender algo es difícil pero soy feliz haciendo lo que hago...
Peter asintió con la cabeza de manera comprensiva.
-Yo también fui por eso.. Seguí haciendo lo que me hace feliz, me quejaré de las mierdas que conlleva la fama pero ese es el precio por ser feliz.. Y estoy dispuesto a pagarlo-soltó un suspiro- estuvo rica la pizza, cocinaste muy bien-bromeó y me reí- sos aún más linda cuando sonreís
Sus palabras me parecieron algo irreal, ¿Peter Lanzani me había dicho algo lindo a mi?
-Sé perfectamente como empieza todo, palabras lindas y sexo, paso, estoy para ser tu mano derecha, ¿no que solo soy tu empleada? Eso le dijiste a tu amigo Agustín-elevé mis cejas y él se rió.
-Que observadora, buen punto.. Igual, solo me nació decirte eso, te juro que esta vez no tuve segundas intenciones-me sonrió, fue una sonrisa chiquita pero hermosa-¿donde duermo hoy? Puedo dormir en el sillón..
-Nn.. No.. Podes dormir en mi cama, no vaya a ser que te agarre una contractura y no puedas entrenar como la gente-me reí algo nerviosa.
-Todavía me faltan un par de días para ponerme a entrenar, puedo usar el sillón y.. Sos muy amable de abrirme las puertas de este lugar sin realmente conocerme.. Eso lo valoro.. Y mucho
-Es.. Es lo menos que puedo hacer-me encogí de hombros-¿ya pensas dormir?
Él negó con la cabeza.
-¿Vemos una película? Me gustan las que hace Christopher Nolan, pero podemos ver lo que se te pinte-me miró esperando mi respuesta.
-Entonces veamos El origen, siempre quise ver esa película de él, dicen que es increíble-asentí con la cabeza y él me sonrió.
Ambos nos sentamos en el sillón y busqué la película, le puse play e intente concentrarme en mirar la pantalla, pero solo se me venía a la cabeza el que tenía a Peter en mi departamento y sentado a mi lado.
La película duro dos horas y media, cuando terminó me quedé pensando mucho.
-Es de esas películas raras que te dejan pensando..-lo miré y él coincidió asintiendo.
-Pienso igual.. Película rara, pero te mantiene atrapado en todo el tiempo que dura..
-Ahora.. ¿Ahora pensas dormir?
-Es buen momento para hacerlo, mañana tengo una reunión a las seis de la mañana, así que sería bueno que me durmiera
-Me.. Te dejo solo..-iba a irme pero Peter me agarró de la mano, cuando eso pasó sentí una especie de carga eléctrica, me puse nerviosa-¿necesitas algo?
-Solo saludarte..-dio tres pasos más y besó una de mis mejillas, en ese preciso momento se me fue el aire- buenas noches Mariana
-Lali-se lo repetí antes de encerrarme en mi habitación, cuando cerré la puerta tenía ni respiración completamente acelerada.
Pasó otra noche en la cual casi ni dormí, intenté hacerlo solo para estar nuevamente óptima, para ponerme en rol de la "mano derecha" de Peter Lanzani.

Sonó la alarma de mi celular y semi dormida salí de mi habitación, me llevé un susto al ver a  otra persona en mi departamento, y no cualquier persona, el famoso futbolista al cual admiro un montón, él se rió de mi, había salido de bañarse y de la cintura para abajo estaba cubierto con una toalla.
-Perdón.. Necesitaba darme un baño..
-T.. Todo, todo bien Peter, me doy una ducha yo y te llevo a donde tengas que ir..
-¿Te sentís mejor hoy?
-Sí.. Mucho mejor-tomé aire y lo solté- mejor me muevo
-No olvides que después de mi reunión vas a llevarme a recorrer Buenos Aires, me contaron dos pajaritos llamados Eugenia y Candela que te comprometiste a hacer eso...-elevó sus cejas, mientras yo intenté mirarlo directamente a sus ojos.
-Sí.. Esta bien, mejor me doy una ducha rápido así no llegas tarde a tu reunión-hablé de manera acelerada por estar muy nerviosa- de paso te dejo que te cambies- busqué ropa para Peter- tomá, vos también preparate
Una vez en la ducha abrí por un momento la canilla del agua fría, sí, no estaba soñando.
Después de cambiarme dentro del baño salí aún con el pelo húmedo, Peter ya estaba cambiado.
-Te queda bien la ropa eh...
-La tuya también.. Solo hay un detalle chiquito-Peter se rió- te pusiste la remera al revez, tenes la etiqueta acá
Me sentí avergonzada, estaba haciendo el ridícula, rápidamente entré nuevamente al baño para dar la remera vuelta.
-¿Mejor?-elevé mis cejas mirándolo,
-Perfecta-me dio una palmadita en el hombro-¿manejas vos entonces?
-Sí... Manejo yo-asentí con la cabeza.
A último momento le di a Peter una gorra deportiva y él tenía sus anteojos de sol.
-Esto es completamente ridículo, pero aunque no lo creas el truco del camuflaje aún sirve-se rió y también me reí- acelera cuando quieras
Asentí con la cabeza e hice lo que me pidió.

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora