Capítulo 8

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Peter estiró su brazo y lo agarré de la mano para ingresar al barco, uno de sus amigos se lo había prestado, me puse detrás suyo para ver como aceleraba el motor.
-¿Seguro sabes manejar esto?-desconfié, él se rió y asintió con la cabeza.
-Sí.. Soy de conducir estas cosas cuando me voy de vacaciones, es más, vení, voy a enseñarte..-él me cedió parte de su lugar para que me pusiera delante suyo-agarra el volante, no va a pasar nada que no quieras, estas conmigo-me lo susurró en el oído.
Nerviosa por toda la situación, el manejar y la cercanía de Peter me dejé guiar por él.
-Nada mal..-puso sus manos sobre las mías para hacer que hagamos movimientos suaves- siento que es tiempo de disfrutar de estar en el medio de la nada-apagó el motor y nos quedamos sentados en el borde del barco- no me tenías fe, ¿cierto?-elevó sus cejas, negué con la cabeza y después terminé asintiendo- no soy un irresponsable, tal vez lo seré en otras cosas, pero no voy a hacer que los dos nos matemos..-corrió un mechón de pelo de mi cara y se quedó mirándome, estaba acercándose a mi cuando me sonó el teléfono.
-Tengo.. Tengo que atender..-atendí la llamada y me puse de pie, me aparté-¿sí?
-¿Lali estas en el taller?-Benjamín me preguntó eso con.. ¿Ansiedad?-¿paso por vos más tarde y almorzamos?
-Yo... No puedo..-no sabía como seguir evitándolo- estoy en un lugar lejos.. No llego..
-¿Te pasa algo Mariana?-se extrañó.
-Solamente tengo algo ahora-solté un suspiro- más tarde hablamos
-Lali-iba a seguir hablando pero corté la llamada, cuando volteé Peter Lanzani elevó sus cejas mirándome con curiosidad.
-¿Escondes muchas cosas?-se acercó y me hizo una caricia en la cara-¿secretos?
Me penetró con la mirada, mis ojos se fueron a su boca tan tentadora y me agarró de la cintura, estábamos tan cerca y esta vez sonó su celular, me solté de su agarre y el atendió su llamada.
¿Qué había sido todo esto?
Lo escuché decir "sí" todo el tiempo, ninguna otra palabra salió de su boca.
-Tengo que volver, tengo unos temas que arreglar-soltó un suspiro algo molesto- nos queda pendiente almorzar juntos..
Asentí con la cabeza aún algo aturdida por todo lo que había pasado.
Emprendimos la vuelta y me senté hasta que Peter terminó de manejar, una vez de nuevo en el auto lo llevé a su casa, se despidió besando una de mis mejillas y me lanzó una última mirada antes de cerrar la puerta.
Sintiéndome rara manejé hasta el trabajo de Benjamín, él me hizo señas al verme, todo para que me acercara.
-¡Viviste!-se alegró- ¿vamos a comer algo? ¿Estas mejor de la panza?
-Estoy mejor..-asentí con la cabeza mientras me agarraba algo de culpa.
Él se tomó un tiempo para mi y fuimos a comer algo, pedí ensalada con pasta, él un lomo con papas y dos copas con vino.
-Yo.. Tenía otra idea en mente pero a veces las cosas se dan como se tienen que dar por algo-elevó sus cejas mirándome a los ojos, metió su mano en el bolsillo y sacó un anillo- en este último tiempo lo llevé a todos lados conmigo por si teníamos un momento como este, para los dos... Siento.. Siento que es el momento, nuestro momento Lali, llevamos juntos tres años.. Y sé que quiero esto, ¿vos también lo queres?
Ya me veía venir algo así, pero igualmente me sorprendió, me quedé estática sin saber como reaccionar.
¿Realmente estaba enamorada de Benjamín?
Nunca tuve el valor de hacerme esa pregunta... Y me la hice ahora, en éste precioso instante.
-Lali.. Mi amor... ¿te casarías conmigo?
Noté la mirada de los pocos presentes en nosotros, lo noté a Benjamín poniéndose nervioso.
Si hay algo en lo que tengo que trabajar es en el "sí" fácil al sentir culpa.
Terminé asintiendo con la cabeza.
-¿Sí?-Benjamín se entusiasmo.
-Sí....-asentí nuevamente en pleno estado de nerviosismo, mi novio se puso de pie e hice lo mismo, me puso el anillo y las pocas personas que estaban nos aplaudieron, nos dimos un beso.
Cuando nos separamos para sentarnos nuevamente me sentí aterrada, había dado un paso muy importante, varias etapas las iba a tener que cerrar, entre ellas mi fanatismo por Peter Lanzani.
Terminé de comer con Benjamín y él tuvo que volver a trabajar, era abogado.
Yo, en cambio volví a mi departamento, estaba despegando un recorte de diario de mi armario cuando me sonó el celular, Peter.
Tomé aire y lo solté.
-Estoy.. Estoy ocupada ahora..-fueron mis primeras palabras- hay algo que tengo que decirte cuando te vea...
-Estoy abajo Lali-sus palabras fueron directas, no dio vueltas, estaba abajo.
Me subí al ascensor y bajé rápidamente.
-¡¿Qué haces acá?! ¿Como viniste sin mi?-elevé mis cejas sorprendida.
-Un amigo me trajo y... ¿Tenías algo para decirme?
-Sí que.. Que no voy a poder seguir siendo tu mano derecha, quiero enfocarme nuevamente en el arte..-iba a seguir hablando pero Peter puso su mano en mi boca.
-Vas a poder hacerlo, voy a darte más tiempo libre, necesito una mano derecha, sobre todo cuando empiece la semana que viene que empiezo con los entrenamientos, las entrevistas, las conferencias de prensa, toda esa mierda-él soltó un suspiro- quiero que dentro de todo ese mundo de locos te sientas cómoda, y que no dejes de hacer lo que te gusta..
Me quedé mirándolo sorprendida, ¿estaba pensando en mi?
-¿Estas dispuesto a eso?-lo miré a los ojos, él asintió con la cabeza.
-Se nota que haces esto hace bastante, sos buena Lali...
Si solo supiera que nunca hice nada de esto.
-Yo.. Hay algo que..-otra vez intenté hablar pero Peter volvió a poner su mano en mi boca.
-¿Damos un paseo?-cambió completamente de tema- pienso darte una segunda sorpresa
-¿Segunda?-elevé mis cejas, él se rió.
-¡Vamos! Dame tus llaves-me las pidió, solté un suspiro y las saqué del bolsillo de mis jeans.
Me senté en el asiento del acompañante y Peter manejó hasta el Jardín Japonés.
-¿Japón?-me reí, él me sonrió.
-Vamos a trasladarnos a Japón por un tiempito-me hizo señas para que abandonáramos el auto, entramos y nos pusimos a caminar, me gustaba tanto que este lleno de naturaleza.
Caminé por la pasarela, el puente y le di de comer a los peces, cuando levanté mi mirada lo vi, Peter Lanzani tenía una decisión tomada, se lanzó a mi boca e hizo lo que nunca creí que iba a pasar.
Me besó, abrazó mi cintura atrayéndome a su cuerpo, me quedé estática, lentamente me fui relajando y nos quedamos besándonos como dos adolescentes que están en su primera cita, cuando me aparté me agarró culpa, mucha culpa.
-Estuvo mal... Muy mal..-fueron mis primeras palabras.
-¿Te besé mal? ¿Beso mal?-Peter elevó sus cejas riéndose divertido.
-Me refiero a que no puede volverse a repetir, ¿ok? Solo trabajo para vos, solo eso-hablé acelerada-tengo que volver a mi taller a trabajar..
-Relajá Lali, solo me dieron ganas de besarte y lo hice, no vamos a casarnos..-se rió nuevamente.
Mencionó lo del casamiento y me puse aún más nerviosa, le había dado el "sí" a Benjamín y en el mismo día había estado a los besos con mi ídolo de toda la vida, no siempre pasan estas cosas.
Muy confundida dejé a Peter en la puerta de donde estaba su amigo el que lo alcanzó hasta mi departamento y lo saludé con un beso en la mejilla, noté que en el aire había un clima raro.
Una vez en mi departamento los pensamientos empezaron a darme vueltas por toda la cabeza, me había salido todo mal, había querido renunciar a ver a Juan Pedro Lanzani y en vez de eso sí que me había llevado una verdadera sorpresa.

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora