Capítulo 6

685 53 4
                                    


Peter tuvo una reunión a la que también asistieron sus compañeros de equipo, yo había entrado el auto a un estacionamiento, me quedé ahí esperándolo.
-Ya estoy libre-él cerró la puerta y me sonrió-¿vas a llevarme a otro lugar lindo?
-Va.. Vamos, eso me lo vas a tener que decir vos, si te gusta o no..-asentí con la cabeza y puse en marcha mi auto.
Cuando salí del estacionamiento se me vino encima una ola de periodistas, por suerte unas cuadras después los perdimos de vista.
-Seguro vos también estas acostumbrada a esto, ¿llevaste a mucha gente famosa?-para qué me hizo esa pregunta, nunca llevé a una persona famosa, bueno, hasta ahora.
No tenía otra que seguir con mi farsa.
-Ajam-respondí de manera seca, no me explayé en la respuesta.
-¿Puedo poner música?-él agarró su celular.
-Claro
Esperé a ver que ponía y me quedé sorprendida.
-¿Ed Sheeran?-me reí.
-¿No puede un hombre amar las canciones de amor? Que mal esta la sociedad-él también se rió- tal vez estoy intentando recrear un clima cursi a ver si me prestas atención...
Cuando soltó esas palabras me distraje y por poco no llego a frenar el auto cuando el semáforo cuando se puso en rojo.
-¿Me parece a mi o silenciosamente estas tratando de que te preste atención? Lo dijiste en modo chistoso pero.. Sé de tu fama de ser, no me extrañaría que también lo digas un poco enserio
Peter elevó sus cejas y acto seguido se rió, después me sonrió.
-Tranquila Mariana, puedo tener auto control.. Igual,  no puedo negar que sos linda chica-me guiñó un ojo, segunda vez que me guiña un ojo.
Agradecí cuando el semáforo se puso en verde, traté de concentrarme en no confundir el camino ni chocarme contra otro auto.
-Por cierto, no estoy tan acostumbrada a que me digan Mariana, prefiero Lali-solté un suspiro.
-Está bien, de ahora en más sos Lali-asintió con la cabeza.
Manejé hasta La Boca.
-Siempre quise venir acá-Peter se alegró- buscas una postal de Buenos Aires y es imposible que no aparezca este lugar, el Caminito, todos los conventillos pintados de colores
-Algo conoces de esto-me sorprendí.
-Mis papás me contaban algunas cosas cuando era chico, y gracias a la tarea de mi colegio también aprendí muchas otras-asintió con la cabeza y acto seguido me sonrió-¿bajamos?
-Aguardame un minuto que estaciono, el lugar es un caos para estacionar-hice una maniobras al encontrar un espacio para estacionar mi auto- gorra y anteojos de sol, es el lugar más turístico de Argentina, sería un caos si alguien te reconociera
-Buen punto-Peter me hizo caso y se "camufló-ahora solo parezco un turista normal, ¿no?
-Le verdad que sí, ah, y algo más antes de bajar, guarda con tus objetos personales, la billetera y todo eso, al parecer un turista son un blanco fácil
-¿Blanco fácil?-Peter elevó sus cejas.
-Solo tené cuidado-asentí con la cabeza.
Ambos salimos del auto y nos pusimos a caminar entre las calles, admirando el color de los conventillos, entre el medio de la gente habían personas que bailaban tanto, restaurantes pintorescos y locales donde venían recuerdos por si estabas de viaje, para llevarte a tu país.
Peter me pidió que le saque fotos, me dio su teléfono y posó, en cada una de las imágenes salió hermoso.
-Una con mi mano derecha y guía-se acercó a mi para sacarnos una selfie, me reí nerviosa y así salió la foto, yo intimidada por nuestra cercanía.
Caminando llegamos hasta el Museo de Bellas Artes de la Boca Quinquela Martín.
-Es de un pintor que nació en 1890, pintaba puertos, barcos, a través de su arte quería mostrar el trabajo duro de los pescadores, la pobreza, cuando era chico lo abandonaron y lo adoptaron los duelos de una carbonería, de chico le tocó trabajar cargando bolsas de carbon, eso también influyó en sus trabajos, vendía sus obras al extranjero, el propio Quinquela  donó el edificio a su querido barrio, con el objetivo de crear en la zona un polo cultural, educativo y sanitario
-Sabes mucho de esto-Peter me miró sorprendido.
-Bueno, te conté.. Me gusta la historia del arte, ¿entramos?-elevé mis cejas, Peter asintió con la cabeza.
-Son fuertes.. Las pinturas-Peter se quedó mirando una por una- transmitir transmiten un montón, lo dura que fue la vida para los trabajadores
-Lo es.. Pero es increíble lo que uno puede hacer a través del arte, en muchas cosas se ve reflejada la vida, la historia del artista-asentí- creo que vimos bastante.. ¿Queres ir a comer algo?
-¡Sí por favor! Tengo hambre
Los dos salimos del museo y fuimos a uno de los restaurantes típicos, nos sentamos al aire libre y obviamente pedimos asado.
-Nada como comer esto en el lugar original, creé que intenté hacer asados en Estados Unidos, pero no sale igual-Peter se rió y me sonrió- no se cual es el secreto
-Tal vez te falta ver como lo hacen los verdaderos asadores y aprender trucos-elevé mis ojos- ¿brindamos?-agarré mi copa con vino.
-Dejame pensar.. Por los momentos simples de la vida, como este-chocó mi copa con la suya-amén
Los dos nos reímos antes eso.
-Amén..-volví a reírme.
-Hablando de arte algún día me gustaría ver lo que haces
Elevé mis cejas.
-¿Enserio?
-Sí.. Me mostraste las obras de arte de otro tipo y no las suyas-elevó sus cejas- cuando quieras me las mostras..
-Esta bien.. Entonces, ¿vamos?-le hice señas para irnos.
-Vamos-Peter le pagó al mozo y nos pusimos de pie.
Una vez en el auto manejé hasta la casa de mis papás, antes les mandé por mensaje de texto que no se alteren, que hagan como si nada y que me siguieran la corriente.
No toqué el timbre, abrí la puerta con mi juego de llaves.
-¿Es la casa de un pariente tuyo?-Peter me miró con curiosidad.
-Mis papás, trabajo en la cochera, definitivamente no es el lugar con más glamour del mundo, sueño aún con tener mi propio taller, estudio de arte-solté un suspiro-¡vamos!
Estaba llegando a la cochera cuando se apareció mi mamá.
-¿Lali?-se sorprendió-¿porque no viniste más temprano hoy? Ayer te esperé con el desayuno..
-Ella es mi mamá María Jose, Majo-le presenté a Peter que antes de saludarla se sacó la gorra y los antojos.
-Hola, soy Peter-él estrechó su mano y mi mamá sorprendida se quedó dura, ¡y le dije que sea disimulada!-tu hija es divina, tengo suerte de que sea mi mano derecha
-Así que sos su mano derecha..-mamá elevó sus cejas mirándome- es buena persona, no vas a tener problemas con ella-por suerte me siguió la corriente, le sonrió a Peter-¿quieren té? ¿Café?
-No gracias mamá, venimos de almorzar-le besé la mejilla y le hice señas a Peter para que me siguiera.
Abrí la puerta de la cochera y ahí estaban, todas mis obras de arte, esculturas, pinturas, dibujos con ideas.
Él se quedó mirando todo su alrededor, acto seguido me sonrió.
-No sé, pero me imaginaba algo así, tiene tu esencia-acarició una de mis esculturas- me gusta esta.. Una pareja.. Muy enamorara..-levantó su mirada para mirarme a los ojos-¿alguna vez te enamoraste así?
Sus preguntas me atravesaron y me dejaron pensando mucho.
-No.. No lo sé-le respondí nerviosa- ¿ahora te llevo a tu casa?
-Debería ir.. Cite a mi amigo Agustín para jugar un partido de Play-soltó un suspiro- vamos
Por suerte mamá no se apareció cuando abandonamos su casa, manejé hasta Nordelta hasta la puerta de lo de Peter.
-Lindo recorrido hoy-él elevó sus cejas- ¿nos vemos mañana Lali?
Lali, finalmente me dijo Lali.
-Sí.. Claro-asentí con la cabeza.
Peter besó lentamente mi mejilla y cuando se apartó de mi me miró a los ojos.
-Genial-me saludó con la mano antes de entrar a su casa.
Tomé aire y lo solté, todo era una completa locura.

Sin querer queriendoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora