Sin querer queriendo

Capítulo 10

Peter me hizo parar en una de las tantas parillas que hay en la ruta, se puso su gorra y los anteojos para sentarnos en una mesa al aire libre.
-Si hay un lugar en el que nunca te imagine que podías estar es en un lugar como este-elevé mis cejas y te reí.
-Quiero hacer cosas de argentinos, todos alguna vez comieron en un lugar así, ¿no?
Asentí con la cabeza.
-Podemos pedir un poco de distintas cosas..
-Me parece bien-él me sonrió.
Cuando llegó el mesero le pedimos lo que íbamos a comer, Peter se puso muy feliz cuando le trajeron un choripan.
-A veces se es feliz con tan poco-asintió con la cabeza antes de dar una mordida, yo me reí.
-No hay nada como estar en casa, si hay algo que me gusta de los argentinos es lo cálidos que somos, que damos besos cuando nos saludamos, abrazos.. Que siempre le damos la bienvenida a las personas de otras partes del mundo.. Me gusta cuando esas personas adoptan al mate-me sonreí-¿tomas mate, no? Quiero creer que sí..
-¡Obvio! Igual tomar uno acá, en mi país es más especial.. Cuando era chico y jugaba en un club chiquito tomábamos mates con los chicos de ahí, con algunos sigo teniendo contacto-él esbozó una pequeña sonrisa.
-Es lindo... Es lindo cuando hay ciertos vínculos que perduran a través del tiempo-asentí con la cabeza.
Cuando casi terminamos con el almuerzo pedimos de flan con dulce de leche, un postre típico.
-El dulce de leche es mi sabor dulce favorito del mundo-elevé mis cejas mirándolo-el Nutella que compita que pierde
Juan Pedro soltó una carcajada.
-Pero ambos hacen una buena combinación..-él también elevó sus cejas.
-Ideal para un ataque al hígado-lo miré a los ojos y él se me quedó mirando, después pasó uno de los dedos de su mano sobre mis labios y se lo lamió.
-Dulce de leche...-me lo susurró y me puse nerviosa, Peter realmente estaba jugando con fuego.
-¿Vamos? A donde quieras.. -cambié de tema.
Pagamos y nos terminamos poniendo de pie, manejé para llevarlo a Peter a su casa.
-Mejor me quedo entrenando, haciendo lo rutina así te doy tiempo para tu arte, nos vemos mañana, ¿dale?-se quedó expectante a mi sorpresa, asentí con la cabeza.
-Nos vemos mañana..
Juan Pedro acercó su cara a la mía e hizo una pausa, noté que miró mi boca, pero terminó besando una de mis mejillas.
Después de dejarlo hice lo que desde hace unos días no hacía, fui a mi vieja casa.
-¡Hola mi amor!-mamá entro y elevó sus cejas mirándome-¿me vas a explicar que hacía Peter Lanzani en esta casa?
Tomé aire y lo solté, pensé que podía decirle, terminé diciéndole la verdad, una mentira menos.
-Solo.. No pude evitarlo ma, se me presentó la oportunidad de mi vida y la aproveché, es Juan Pedro Lanzani, siempre soñé con poder conocerlo y...
-Siempre te gustó este chico, no solo lo admiras Lali, solo te pido que no te confundas, vos misma me contaste que es un pica flor que va de un lado a otro-mamá se quedó mirándome a los ojos- no quiero que salgas lastimada mi amor...
Ahora estaba preocupada.
-Yo... No califico para entrar en su universo, solo trabajo con él, además me comprometí con Benjamín-solté la bomba y ella se sorprendió.
-Voy a decirte dos cosas, una, ya te metiste en en el universo de Peter Lanzani, y dos, ¿estas segura de dar el siguiente paso con Benjamín?-sí, me miró directo a los ojos, siempre adivinaba que se me pasaba por la cabeza.
-No.. No estoy del todo segura, pero el tiempo va a hacer que todo se acomode, solo vamos a querernos como siempre lo hicimos-asentí con la cabeza tratando de convencerme- todo llega..
-No sé.. No sé si era el momento para que tomes una decisión así-ella elevó sus cejas.
-Es mi vida, mi novio de años, tarde o temprano iba a pasar-solté un suspiro- ahora si me disculpas pienso retomar el hacer ante
Me escapé de mi mamá y entré a la cochera, mi taller de arte improvisado.
Agarré un delantal para ponérmelo, me puse a pintar con un pincel lo que había empezado, era una obra de arte abstracta, de esas en los que cada persona la interpreta de distinta manera.
Terminé con pintura hasta en el pelo, así que al llegar a mi departamento me metí debajo de la ducha, cuando salí envuelta con una toalla estaba mi novio.
-No te esperaba acá-me sobresalté.
-Vine a buscar una camisa mía y unos jeans, supuse que estaban acá pero no están-Benjamín me miró- ¿los metiste en el lavaropas?
Mierda, se los di a Peter.
-Sí... Cuando se terminen de lavar te los alcanzo, por cierto, ¿como estuvo tu día?-cambié de tema.
-Bien.. Porque soy el hombre más afortunado del mundo al tenerte de futura esposa-él se acercó y me rodeó con su brazo acercándome a su cuerpo.
-Mejor me pongo algo de ropa..
-¿Y si te saco esta toalla?-elevó sus cejas siendo coqueto conmigo.
La culpa por haber besado a Peter Lanzani otra vez se apareció en mi cabeza y me separé del agarre de Benjamín.
-Sigo sintiéndome mal, otra vez volvió mi mal estar-me escapé, sí, me escapé con la misma mentira que ya había usado.
-¿Seguro no queres ir al médico? Te llevo...
-NO gracias-me alteré- ya tomé algo, espero mejorar, pero lo mejor es que me quede en cama, si me dejas sola mejor, no quiero que estes a mi lado estando como estoy..
Él soltó un suspiro y asintió con la cabeza.
-Entiendo mi amor-besó mi frente- cuando te sientas mejor llamame así paso a verte
-Sí, claro-asentí con la cabeza y agradecí para mis adentros cuando lo vi irse por la puerta.
Me tiré en la cama sintiéndome completamente rara, se me ocurrió llamar a Eugenia.
-Hola.. Sé que no nos conocemos mucho pero, ¿puedo hablar con vos?
-Sí, claro-ella asintió con la cabeza, estábamos en una videollmada-estoy en un camerino esperando para seguir grabando, pero tengo un tiempito
-Yo... Estoy muy mareada, siento que desde que conocí a Peter mi vida esta en jaque, todo lo que "construí" esta en un constante en juego..
-Llamas a lo que "construiste" a.. ¿una relación? ¿Puede ser?-ella se quedó mirándome esperando una respuesta.
-Sí.. Sí..-asentí con la cabeza.
-Yo.. Si yo fuera vos no pondría en juego mi relación de años solo porque Peter Lanzani se encaprichó conmigo, no sería su juguete nuevo.. Sabes como es, vos más que nadie sabes como es.. Lo quiero a Peter, pero no quiero que sufras-Eugenia soltó un suspiro.
-Esta bien.. Esta bien, solo necesitaba escuchar algo así para volver a estar en eje, además, recién me comprometí, me comprometí a casarme, y los compromisos suelen ser de por vida..-asentí con la cabeza después de suspirar- gracias por tus palabras, se me aclaro bastante el panorama
-Estoy para lo que quieras-ella esbozó una pequeña sonrisa- Lali me están llamando, ¿mañana celebramos tu compromiso? La llamo a Cande
-Dale, genial..
-¡Nos vemos entonces!-me sonrió una vez más antes de irse y cortar la llamada.
Me cubrí nuevamente con las sábanas y apoyé  mi cara sobre la almohada, cuando estaba por quedarme dormida me entró un mensaje, agarré mi teléfono y leí de quién era, Juan Pedro Lanzani, lo ignoré y lo silencié dispuesta a seguir intentando dormir.