Ser una mujer en fuga no fue mi idea, no lo planeé, pero aparentemente Peter sí, se salió con la suya, ahora nos encontramos juntos mirados el fuego de la chimenea porque en el campo hace bastante frío.
-Voy a dormir...-me levanté del sillón y acto seguido Peter me imitó- ¿acaso pensas dormir conmigo?-elevé mis cejas.
-Puedo dormir donde estaba sentado pero tengo algo de frío.. La cama es grande..-me miró a los ojos y asintió con la cabeza- podemos compartirla..
Solté un suspiro.
-Esta bien..-algo nerviosa me saqué los jeans para quedarme solo con la remera que llevaba, por suerte era larga.
-¿Tu sostén? ¿Vas a dormir con eso?-tenía que ser Juan Pedro observador Lanzani- veamos..-él metió una de sus manos debajo de mi remera y me lo desabrochó, se me aceleró la respiración cuando me ayudó a sacármelo- listo..
Peter se sacó sus jeans y su remera, solo se quedó en boxers, se tumbó a mi lado y ambos nos quedamos mirando al techo, era una situación rara, muy rara.
Cuando volteé mi cara él estaba mirándome, lo atrapé, hizo una caricia en una de mis mejillas y se acercó más.
-¿Está terriblemente mal si te deseo?-no dio vueltas, lo dijo estando ambos cara a cara, igualmente me dejó sorprendida.
-Está mal...-se lo susurré como si estuviésemos hablando en secreto- vamos a dormir Pit
-Pit-él lo repitió y elevó sus cejas mirándome.
-Sí.. Pit.. Peter-cambié de tema poniéndome aún más nerviosa, él recorrió mi espalda con una de sus manos debajo de mi remera, después hizo una caricia en una de mis piernas- está mal..-fue lo último que alcancé a decir.
Lo que pasó a continuación fue que Peter Lanzani volvió a besarme, con intensidad, hambre, pasión, fue apasionado, yo enredé los dedos de mi mano en su pelo y lo sostuve de ahí mientras me entregaba al momento, a el encuentro, nuestro encuentro, el primero y el último.
Pequé, dejé que me termine de desnudar y sentí placer como hace tiempo no lo sentía, agitada me quedé abrazada contra su cuerpo, no tenía intención de moverme, de salir de sus brazos, lo cual es algo raro, tenía que sentir algo de rechazo.
La culpa no se apoderó de mi, no por ahora, me distraje cuando Peter Lanzani se puso a jugar con mi pelo, se rió y me sonrió después de hacer eso.
Tímida por toda la situación apoyé mi cara sobre la almohada.
Siempre soñé con conocerlo, pero nunca con terminar así, tenerlo a mi lado, en la misma cama.
-Hay algo que no te pregunté ayer.. ¿Vos eras admiradora mía?-elevó sus cejas y su pregunta me intimidó aún más- tu cara habla por vos..-se rió mirándome con diversión- no pienso juzgarte eh...-me miró a los ojos haciendo una caricia en mi espalda, soltó un suspiro y se pegó aún más a mi cuerpo-¿ahora queres dormir?
Asentí con la cabeza aunque sabía que eso iba a costarme.
Mi cuerpo siguió traicionándome cuando me sostuvo entre sus brazos, la verdad era que me sentía cómoda ahí, demasiado a gusto.
Cerré mis ojos deseando dejar de pensar.Desperté al sentir frío, cuando abrí mis ojos y miré al rededor vi a lo lejos a la chimenea apagada, solo quedaban cenizas del fuego de la noche, estaba sola en la habitación cuando alguien tocó la puerta, la abrí después de vestirme y era Peter que sostenía una bandeja con varias cosas para desayunar.
Cuando me vio me sonrió con sus ojos chinos.
-Buen día-besó mi frente antes de entrar, puso las cosas en una mesa-te vestiste..
-No voy por la vida desnuda..-le respondí eso como si fuera una obviedad, me encogí de hombros mientras me empezaba a ponerme nerviosa, estaba cayendo a la realidad, mi realidad, me había acostado con Juan Pedro Lanzani-¿trajiste algo caliente para tomar?-cambié de tema más que nada para dejar de pensar en la culpa que no tardaría en llegar.
Juan Pedro me miró a los ojos tratando de descifrar algo pero como no pudo respondió a mi pregunta.
-Hay agua caliente para tomar mate o té..
-Mate-asentí con la cabeza y me lo empecé a preparar uno empezando a ponerme algo ansiosa, nerviosa, todo junto- siempre necesito algo para arrancar las mañanas..
Después le di un mate a Peter, comí una tostada a medias y me puse de pie.
-¿Nos vamos ya?-él elevó sus cejas, estaba relajado, tranquilo, mientras que la voz de mi conciencia estaba empezando a hablarme.
-Nos vamos, te dejo en tu barrio privado y tengo que ir a mi taller para trabajar como una simple mortal-asentí con la cabeza-¡vamos!
Logré que a los pocos minutos ambos nos metiéramos en el auto, me puse a manejar en completo silencio.
-¿Ahora vas a dejar de hablarme?-se rió.
-¿Qué es lo divertido?-salté a la defensiva sin dejar de mirar hacia adelante.
-Nada.. Nada.. Quiero ver como te la vas a ingeniar para hacer como que entre vos y yo no pasó nada...-volvió a reírse como un nene, estaba disfrutando la situación, solo que era un adulto, un hombre, y que hombre..- que comience el juego
-No pienso jugar a nada...-le respondí queriendo sonar cortante.
-Tarde Lali, tarde-Peter me dejó con las palabras en la boca- todo empezó, pero hace rato..
Puse música para no seguir torturándome con el silencio y me enfoqué en manejar hasta Nordelta, cuando llegamos iba a besar su mejilla pero en un mal cálculo de movimiento terminé besando sus labios, nos quedamos mirándonos por un segundo y él elevó sus cejas cantando una especie de "victoria".
Aceleré el motor dispuesta a irme del barrio de Nordelta cuando recibí una llamada de Candela.
-Hola Lali, estoy con Eugenia en mi casa ahora mismo, ¿queres unirte?
-Esta.. Esta bien.. Voy para ahí, justo estaba volviéndome..
-Genial-ella cortó la llamada.
-¡Hola!-se apareció Eugenia detrás de Candela, ella terminó de abrir la puerta de su casa y ambas me abrazaron- que desastre todo lo que dicen los medios.. No saliste a seguir haciendo declaraciones, hiciste bien-asintió con la cabeza- ¿donde estuviste? ¿Te fuiste de las redes para no meterte en todo ese mundo tóxico?
-¿Qué onda el vivo con Peter?-Candela elevó sus cejas mirándome.
-Yo...-no sabía por donde empezar- el vivo que se supone que tenía que salvarme terminó arrastrándome y alimentando más a los rumores de que soy su nueva conquista de turno...-solté un suspiro- no me pregunten como pero terminé pasando un día y parte de la mañana en campo con Peter Lanzani..
Solté en voz alta lo que iba a callar a penas volviera a mi departamento, necesitaba hablarlo con alguien.
-¿Peter? ¿en el campo?-Eugenia se rió en mi cara- solo tiene de argentino que le gusta el mate, come asado y le gusta el fútbol
-Y es apasionado se dice por ahí...-agregó Candela entre risas, después de decir eso elevó sus cejas mirándome-¿es apasionado Lali?
-Peter...-la respiración se me aceleró del nerviosismo- tengo que mantener la mente en frío, me mandé la enorme cagada de no haber podido decir no, y ahora pasé a ser otra más de sus pobres víctimas.. Siempre leí acerca de eso pero.. No puedo creer el haber caído..
Ellas me miraron, ¿apenadas?
-No tenes porque culparte, él es así, da vueltas alrededor tuyo hasta que te mareas, ¡y ataca!-Eugenia asintió con la cabeza- realmente es un depredador, ahora solamente ignoralo, todo se le va a pasar-ella suspiró- y relajá, pensá en cosas positivas, nuevas.. ¿Ya desayunaste?
-A medias..
-Entonces vamos a desayunar las tres-Candela asintió con la cabeza, ella fue hasta la cocina e hirvió agua, trajo budín de limón hecho por ella misma.
-¡Esta muy bueno!-me sorprendí.
-Te paso la receta-ella me sonrió.
-Soy muy mala en la cocina..-me atajé de entrada- si llego a prepararla lo más probable es que salga mal
Todas nos reímos.
Estar pasando una mañana con las chicas me hizo que me olvidara un poco de toda la locura de estos dos últimos días, volví a recobrar un poco la cordura y fui hasta mi taller para ponerme a trabajar en algo nuevo.
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Sin querer queriendo
Fanfiction¿Él? Es un gran jugador de fútbol Argentino radicado en Estados Unidos, galán, mujeriego, el alma de las fiestas nocturnas, el chico del momento del cual toda la prensa internacional habla. ¿Ella? Es una chica aplicada, estudiosa, perfil bajo, extra...