Senku irradiaba una vibra literalmente color rosa. Junto con la enorme sonrisa que cargaba consigo que hasta era contagiosa... Sin embargo... No era algo común en él y todos a su alrededor estaban preocupados...
Mejor dicho, estaban asustados.
-¿Por qué está sonriendo así? -preguntó asustado Ginro.
-Parece que le hicieron una especie de lobotomia... -murmuró ahora Chrome igual de preocupado.
-¿Saben por qué está así? -le preguntó Kohaku a Yuzuriha y Taiju.
-Mencionó que Kae-chan le dijo que tenía... ¿Bonito cráneo? Creo que dijo algo así.. -respondió Yuzuriha algo confundida.
-¿Y está feliz por eso? -todos asintieron. -Por favor diganme que no soy la única a la que eso le suena tétrico.
Nuevamente volvieron a asentir.
-Y a todo esto... Creo que ________ no ha venido. -comentó Chrome llamando la atención de todos, incluido a Senku.
-Cierto. Hasta se extrañan sus peleas con el profesor de trigonometria.
—¿No ha asistido? —preguntó Senku saliendo de su trance, Kohaku y Chrome asintieron.
—Pero está bien... —interrumpió el castaño. —En lo que nos debemos concentrar tú y yo es en la feria de ciencias.
Senku no pudo decir más, porque se embobó con su brillante idea para aquella feria.
—Vamos ______ —decía Yoon mientras jalaba la cobija con la que se cubría su hermana.
—Me niego a ir —contestó ella. —"Tienes un cráneo bonito" ¿¡Quién demonios dice algo cómo eso!? ¡Seguro ahora cree que soy una especie de psicopata que tiene un fetiche con cráneos y mi cuarto está lleno de cráneos de personas que compré en el mercado negro.
Yoon soltó un suspiró. Si, ella había dicho una tontería cuando los nervios la traicionaron, sin embargo, era buen hermano. Así que debía de sacarla de esa crisis.
—Si no sales le diré a mamá que te sigues viendo con los pandilleros esos.
La chica inmediatamente se levantó de la cama y lo vio fijamente.
—No lo harías...
—¿Me estás retando?
—Si dices eso, yo le diré de tu negocio en el club de ajedrez.
—Si le dices, le diré que tú fuiste quien rompió la taza de la abuela.
—Si lo haces, le diré que eres medio gay y me bajaste al novio.
—Si dices eso le diré de tu reporte por arrojarle unas tijeras al profesor de trigonometría.
Ambos se miraban fijamente dispuestos a cumplir sus amenazas, y antes de que ocurriera algo más, ya estaban peleando a puño limpio en su habitación.
Y es así como había logrado que su hermana volviera a clases, pero ambos tenían un curioso detalle en sus rostros... Un ojo morado.
—Kae-chan, Yoon-kun! Buenos... ¿Días? —saludo aquella chica de cabello rosa, deteniéndose al ver aquella herida en sus rostros.
—Buenos días Utagai-san... —saludó ________ con cara de pocos amigos mientras miraba de manera agresiva a su mellizo. Y él la miraba de igual forma.
—Ah... —la pobre pelirrosa no sabía que hacer, podía ver rayitos salir de los ojos de ambos y le daba miedo recibir un golpe en cuanto comenzaran a pelear.
Y de manera milagrosa, sonó el timbre de inicio de clases, la pobre suspiró aliviada. Yoon se fue a su clase y ellas dos quedaron juntas.
—¿Puedo... preguntar qué pasó? —cuestionó nerviosa.
—Pues levante mi brazo, él levantó el suyo, lo hice puño, él lo hizo puño, lo golpeé y él me golpeó.
—¿¡Por eso traen el ojo así!? ¡No deben pelear así!
—Ah, el ojo. No. Eso fue mi mamá al darse cuenta que estábamos peleando. —dijo restándole importancia con su mano, mientras que la más bajita sintió escalofríos.
—Chicos... —llamó la atención la maestra de ciencias al entrar al salón. —Recuerden que los que participen en la feria de ciencias deben enviar su solicitud.
—¿Cuál feria de ciencias? —preguntó ella.
—La que hace la escuela cada año.
—¿En la que el chico de tercero incendió un salón el año pasado?
—Sí, esa. Seguro Ishigami-senpai participará.
Y de nuevo la depresión invadió a la chica, dejó caer su cabeza en el pupitre ocultando su rostro.
—¿Kae-chan?
—Hace tres días... vi a Senku en la avenida antes del cruce... y se acercó a hablar conmigo.
—¡Eso es genial!... alto... si hubiese sido genial no tendrías esa expresión...
—Me puse nerviosa y le dije que tenía... uncraneobonito...
—¿Un qué?
—Uncraneobonito —murmuró haciéndose cada vez más bolita en su asiento. —Que vergüenza...
Su amiga ladeó la cabeza confundida porque no entendía nada, pero sabía que la debía consolar.
—Bueno, pudo ser peor... ¿verdad?
—Ahora mi plan es evitarlo para siempre... tal vez fabrique una capa de invisibilidad o me ponga una bolsa de papel en la cabeza...
—Pero oye, no han tenido una conversación normal desde la obra ¿o si?
—Claro que sí... el día que Niko le partió la cabeza con la patineta, y el día que halague su cráneo... conversaciones completamente normales... —suspiró y se sintió frustrada.
Tal vez era mejor que él sólo fuera su crush, y nada más.