—¿Entonces buscamos a alguien que sea capaz de imitar letras? —preguntó Yuzuriha sentada a un lado de su amigo. Senku asintió y Taiju se quedó pensando.
Los tres se hallaban en clase, haciendo un trabajo en equipo. Aunque Senku hizo todos y mejor se concentraban en averiguar quién enviaba las notas.
—Que tal ¿el club de escritura? —propuso Taiju. —Su caligrafía es impecable, seguro que alguno de ellos debe ser capaz de imitar letras.
—Nada mal grandulón —felicitó Senku. Aunque algo le decía que no estaría allí, pero si podía hallar una pista, lo haría.
—Entonces iremos en la hora de club.
La clase terminaron rápido y los tres se encaminaron rumbo al club de escritura.
—¿Uh? ¿Qué es eso? —preguntó Taiju al ver como un profesor pegaba un cartel sobre audiciones aora una obra de teatro.
—Debe ser del club de teatro. El profesor de Inglés me dijo que a los que participarán les darían puntos extra en la materia en la que fueran mal. —respondió la única chica del grupo.
Antes d e poder decir algo más sobre aquella obra, llegaron al salón que compartían el club de escritura y el de artes.
—Bien... ¿y a quien le preguntamos?
Ambos buscaron con la mirada y se encontraron con aquella chica ruda que iba en su clase.
—Eh, Ruka-san —la llamó la castaña acercándose a ella.
—Oh, son ustedes. ¿Qué hacen aquí? —preguntó sin verlos mientras extendía su papel bond y acomodaba sus pinceles.
—Es complicado, porque buscamos a alguien, pero no sabemos cómo se llama, ni cómo es... ni quién es.
La chica de cabello negro alzó una ceja, eso sonaba muy mal.
—¿Sabes de alguien que pueda imitar la letra de alguien más? —fue Senku derecho. La chica remangó sus mangas mientras pensaba.
—Oh, te refieres a un falsificador. —ella los apuntó con un pincel. —¿Problemas con la ley?
Los tres negaron, ella se sentó en el suelo mientras humedecia el pincel en la tinta.
—Hay alguien —los chicos pusieron más atención. —Se apodaba Vinci. Falsificsba firmas, letras, boletas, incluso resetas médicas. Seguro ganaba muy bien en época de exámenes.
—¿Y? ¿Quién es? —preguntó desesperado Senku.
—No sé. Hay personas a quienes le molestaba su trabajo honesto así que dejó de hacerlo.
—¿Un criminal? —murmuró Yuzuriha. La manera en la que lo contaba la chica parecía que quien
buscaban era un figitivo de la ley.—¿Entonces cómo hacía encargos si no sabían quien era?
—Se los hacían a un chico que ajora es de tercero. Lo más probable es que él sepa quien es Vinci.
Los tres se miraron entre sí y luego a la chica.
—Nombre.
—Kaeru Yoon
Senku sonrió satisfecho.
—Muchas gracias Ruka-san —agradeció Yuzuriha.
—¿Puedo intentarlo? —preguntó Taiju viendo a la cjica con ilusión.
—Vamonos, grandulon. —dijo Senku y el chico ya se fue tras ellos.
—Así que Senku Ishigami... —murmuró ella viéndolos alejarse. —Veamos quien gana.