Los días habían pasado. El estar después de clases no se había vuelto tan aburrido para _______, ya que iba al club de ciencias a ayudar con cualquier tontería.Cosa que molesto a Yoon porque estaba ayudando al club "enemigo". Como era de esperarse, a _______ le valió tres galletas tiesas.
—¿Y después que debe hacer? —preguntó una chica del club, Senku sonrió.
—Explotar.
El club entero tembló, a excepción de Chrome y ________, la cual estaba sentada en una esquina moviendo unas cajas.
—Senpai... —murmuró una chica de segundo. —¿No es resgioso?
—Claro. —nuevamente el club temió por su vida. —Ahora a trabajar.
El club aún temereso, comenzó a trabajar cada quien en sus tareas.
—Senpai —lo llamó _______. El chico tembló levemente y volteo. —¿Qué hay en esta caja?
Ella traía una caja en sus brazos la cual estaba llena de polvo por encima.
—Es... Una buena pregunta. Veamos que es. —ambos se sentaron en el suelo mientras ______ abría la caja.
Había varias botellas con sustancias de dudosa procedencia dentro.
—Oh... Con que aquí estaban... —murmuró Senku, la chica lo vio confundido. —¡Chrome mira, aquí estaban las botellas!
El chico castaña y otro del club se acercaron a ellos.
—¡Que malote! ¿Por qué olvidamos donde estaban?
—¿Qué se supone es esto? —preguntó el otro chico tomando una botella con lo que parecía un líquido lila.
—No se ve muy apetecible... —dijo _____.
—Te doy 50 dolares si te lo tomas. —retó él.
—Al toque mi rey. —lo tomó sin dudar, pero Senku cubrió su boca antes de que se arrepintiese.
—No quiero que ninguno de ustedes muera por intoxicación.
—Uy, morirme —comentó ______ retirando avergonzada la mano de Senku de su rostro. Él al darse cuenta también se avergonzó y se alejo.
—E-entonces sigamos...
—No. El presidente prohibió tu entrada. —le dijo una chica de primero a ________.—¿Qué? —murmuró. —Mira... Tú, soy la hermana del presidente. Así que dudo que me haya prohibido la entr-
—Oh miren, Judas —la interrumpió su hermano. —Ya no puedes pasar porque apoyaste al club de ciencias.
—¿Ah? Pero sólo vengo a pedir una cartulina del almacén.
—No le damos cartulinas a traidoras —dijo mientras se volteaba de manera dramática y colocaba su mano frente a ______, impidiéndole el paso.
—Dame paciencia... —susurró. Y sin más, realizó un llave en el brazo de su hermano, el cual comenzó a quejarse de dolor.
—¡Mis poderosas manos de ajedrecista!
—¿Alguien de aquí seria tan amable de darme una cartulina? Es para el profesor de física.
Un chico me entregó la cartulina sin muchos problemas. Ella soltó al instante a su hermano.
—¡Eres una salvaje!
—Y tú un drámatico —le mostró la lengua y se fue.
Al salir no pudo evitar reír al pensar como su hermano y Senku eran tan débiles físicamente.
Lo había pensado bastante. Senku y ella habían mejorado su comunicación ahora que convivía con el club de ciencias.
En verdad disfrutaba de su compañía y por un momento se daba el lujo de abandonar su crush en él.
Prefería su compañía y ver el como se emocionaba por la feria de ciencias.
Camino por los pasillos y tras entregar la cartulina a aquel profesor, se dispuso a escapar de la escuela ya que su hermano no tenía planeado volver con ella.
Sacó su patineta del casillero tras cambiarse de calzado y camino fuera de la escuela.
Por otro lado sus acciones eran observadas por el chico de cabello antigravedad. Llevaba muchos días pensándolo.
Al inicio le era incómodo, ya que al decir que no quería una relación fue una manera indirecta de rechazar los sentimientos de la chica. Pero tras convivir estas semanas se dio cuenta que él y _________ tenían demasiadas cosas en comun.
Tanto, que cada vez le causaba más ilusión venir a la escuela y que llegará la hora de club que era cuando la podía ver y conversar con ella.
Sí, sentía algo romántico por ella y ya no podía ocultarlo más..
Así que planeaba invitarla a salir. Jamás había tenido una cita en su vida, así que no tenía idea de cómo hacerlo, pero no se iba a rendir.
Camino hacia ella lleno de valor y se colocó a un lado de ella.
—Oh... Hola —lo saludó.
—Hola... —respondió nervioso.
_______ miró a su alrededor pensando en porque Senku interrumpía su camino.
—¿Ya te vas? —preguntó ella al verlo nervioso.
—Ah, sí...
—¿Te acompaño? Yo me quedaré en el parque. —le propuso Senku ni siquiera pensó y acepto gustoso.
Ella bajo de su patineta y la colocó entre su mochila y su espalda, de manera en la que no estorbase.
—Am... me preguntaba —comenzó él. —Si tienes algo que hacer... hoy... o el fin de semana...
—Mmm, pues hoy iré con los chicos que te dejaron inconsciente aquella vez —dijo. —Demonios, eso sonó muy mal.
—Sí, bastante. —se rió Senku.
—¿No te gustaría aprender a andar en patineta? —le propuso ella, y en aquel momento al Ishigami le pareció una brillante idea.
¿Qué tan difícil podría ser subir a una patineta?