—Senku, ¿Qué crees? —le hablo el castaño ilusionado a su amigo, mientras terminaba unos planos para la feria de ciencias. El chico verdura solo hizo un ruido en señal de que le escuchaba. —Ya volvió Kae-San.Senku dejó lo que hacía y lo miró. Y luego regreso su mirada al plano.
—Y... ¿De encuentra bien? —murmuró intentando no parecer tan intenso, el chico asintió.
—Sólo trae un ojo morado, pero también Yoon lo trae así, así que tal vez por eso no-
—¿¡Un ojo qué!? —preguntó alterado.
—Morado —respondió tranquilo.
—¿¡Por qué!?
—Ah... No sé, pero si quieres puedes ir a preguntarle y así ya tienen un tema de conversación –dijo el castaño feliz, su amigo suspiro.
—Claro, decirle: “Hey, ¿qué tal? Vi tu ojo y muero de curiosidad por saber que le pasó, te escucho. No me importa si no me quieres contar porque es mi único tema de conversación”. ¡NO!
—Bueno, hay formas de llegar a hablar con alguien no sólo así... —murmuró él.
Senku lo sabía, claro. Tenía en mente muchas formas de hablarle a la chica, pero había dos cosas que lo hacían retroceder. La primera: Se le olvidaba respirar. Y la segunda: No sabía cómo aterrizar todos esos temas.
—Bueno, entonces sigamos con esto —dijo Chrome restandole importancia. Pero Senku no pudo evitar pensar sobre lo que le pasó a la chica de segundo.
Ambos científicos estaban completamente ocupados en la futura feria de ciencias. Querían que su escuela ganará, así que incluso se estaban excediendo y ya parecía un proyecto de la NASA.
Terminó la hora del club, por lo que procedieron a ir con sus amigo para todos volver a sus respectivos hogares.
Sin embargo Senku dio la vuelta antes de seguirle el paso a su amigo, dejándolo confundido.
—¡Eh, Senku! ¿A dónde vas? —preguntó mientras lo alcanzaba. El ojirojo estaba completamente concentrado mientras mantenía una mano aún en la bata de laboratorio que aún portaba.
—Tengo que entregar algo... —Chrome lo miro confundido pero asintió.
Senku caminaba por los pasillos d ela escuela con su mano en el bolsillo de su bata. Se encontraba nervioso pero le tranquilizaba el que no se la iba a encontrar porque a estas joras ya se iba ella.
¿Verdad?
No, el universo odia a Senku.
Quedó completamente en blanco al ver a la chica frente a él, mientras esperaba a su hermano qué se hallaba a un lado hablando con otro chico.
Ella se hallaba sentada sobre su patineta mientras se empujaba levemente, parecía aburrida.
Se ocultó tras la pared que daba la vuelta a aquella salida donde se hallaba.
Llevó una mano a su frente dándose cuenta que su frente, sentía que en cualquier momento iba comenzar a sudar.
Suspiro para darse ánimos y comenzó a imaginar todos los escenarios posibles para que pudiera salir como todo un campeón en cualquiera de ellos.
Salió de su escondite completamente seguro de sí mismo y ganador como siempre.
—Oh, pensé que te estabas escondiendo de alguien —le dijo _______ apareciendo frente a él sacandole un buen susto.
—¡Ah sí, de ti justamente!
—¿Ah?
—De ti justamente no... —compuso, haciendo que la chica ladease su cabeza. —Eh, yo... Chrome mencionó que tuviste un accidente y... ¡Qué tú y tu hermano tuvieron un accidente! —gritó asustando un poco a ______.
—Oh... ¿Por el ojo? Ya es costumbre —rió ella. —Se quita en unos días, tú más que nadie debe saber que no es nada grave.
—Sí... Lo sé... —murmuró mientras de manera nerviosa sacaba aquello que guardaba en su bolsillo. —Aún así... Ten.
Le ofreció un pequeño frasco el cuál decía "Ungüento mágico de Senku 2.0".
—Lo hice yo mismo... No es peligroso, lo probe en mí... Espero te sirva.
La chica lo miró un poco sorprendida pero sonrió mientras sus mejillas se tornaban carmesí.
—Muchas gracias. Todo lo que haces es excelente, seguro que me servirá. —ella le sonrió, cerrando incluso sus ojos.
Senku quedó completamente hipnotizado al ver por primera vez una sonrisa así de ella. Sintió su corazón latir rápidamente de nuevo, pero nuevamente dejó de respirar.
—Ya terminé, vamonos —dijo Yoon, interrumpiendo el momento. —Ah... senpai... Te estas poniendo morado.
—No es nada... Hasta luego... —se despidió con un ademán aún con aquella sonrisa en su rostro.
Yoon los miró confundido a ambos,ya que esa sonrisa de bobos enamorados permanecía en ellos.
—Por favor dime que no es contagioso.
—Cállate, idiota.