_______ se miró al espejo por quinta vez en los últimos 3 minutos. Acomodo su cabello y se aseguró de no tener algo que dañará su rostro.
«Maldita sea, _______... ¿desde cuándo eres tan vanidosa?»
Se dijo a si misma.
El día de hoy saldría a una "cita" con Senku. "Cita" muy entrecomillas porque irían a una feria del libro debido a que un autor de libros sobre paleontología publicaría un nuevo volumen... Sí, probablemente no sea lo más romántico y entra incluso en lo friki, pero... bueno, cerebritos.
Se encontraba oculta en una tienda de patinetas, fingiendo ver, pero en realidad solo estaba matando tiempo, puesto que llegó 10 minutos antes y no quería verse como Mensa en el lugar acordado.
—Señorita, ¿buscaba algo en específico? —preguntó uno de los trabajadores de la tienda asustandola y causando que su dedo se atorara en una de las ruedas de una patineta con la que jugaba.
—Ah-ah no, nada. Gracias —dijo regresando su lágrima por la tremenda machucada.
Por otro lado...
Senku revisaba por milésima vez sus notas y cálculos.
—Hay un 60% de probabilidad de lluvia, si esto lo mezclo con la probabilidad de temblor que siempre es de 30% y lo dividí entre la cantidad de tiempo que podríamos pasar en la feria, puedo inferir que es necesario llevar víveres y una sombrilla, incluso una chamarra y un kit de primeros auxilios.
Comenzó a murmurar mientras anotaba y seguía echando cosas a su mochila.
—Listo, ninguna variable podrá atacarme, debe ser perfecta —asintió y se dispuso a tomar la mochila para irse, sin embargo, no la pudo ni levantar... —Esto es humillante...
—Todo está perfectamente calculado, ni importa a qué hora salga, tengo una solución para cada variable. Estoy preparado para todo—Dijo seguro mientras intentaba arrastrar la mochila para salir, todo bajo la mirada de su padre.
—¿Ah sí? ¿Todas? —preguntó divertido —¿Y qué va a pasar si decide besarte? ¿Sabes besar?
Senku quedó tieso y pálido, dejó su labor de jalar su pesada mochila y miro en shock a su padre, que solo disfrutaba de la situación.
Senku abrió su boca pero la cerro, y así unas cuatro veces sin saber que decir. Parecía que se le había fundido un fusible.
Y al ver que se quedó ahí estático, suspiró y lo metió al auto para ser él quien lo llevaste antes de que se le hiciera tarde.
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Y es así como llegamos al momento del encuentro.
Senku estaba en blanco, su mente no dejaba de procesar todo lo dicho. Jamás se habia planteado eso, inclusive no le interesó nunca...