Senku no podía alejar esos pensamientos de sí mismo.
¿Qué haría al encontrarle?
Aún ni siquiera tenía en claro como era realmente, ni su apariencia, ni su nombre...
Tal vez podría darse una idea de su personalidad, pero en algumas notas podía ser la persona más idiota del mundo, en otras algjien alegre, en unas más retarlo a hallarle y en otras su fan no. 1
Así que... Era extraña...
¿Extraña?
Incluso comenzaba a dudar verdaderamente de todo. Se cuestionaba hasta si las notas realmente eran para él.
Y, demonios. Para él nada era un reto.
Y no podía hallar a una persona.
Humillante
Se repetía una y otra vez, él era una maldito genio. Claro, no dejaba de ser un adolescente pero aún así, era lo suficientemente maduro como para entender que había cosas que no estaban en sus manos.
Pero... No pensaba que el hallar a una persona fuera tan difícil.
Pensó en preguntarle a Ruka, la chica de su clase.
Si le decías que viste a una persona en el mercado ella la encontraba.
Redes sociales, nombre, edad, familia, número de teléfono y hasta donde estudio.
Pero no conocía su apariencia.
-Vamos Chrome, sólo es un beso -Kohaku regañando al castaño lo sacó de sus pensamientos.
Miró hacia el escenario y el chico estaba negando con la cabeza mientras que la maestra de teatro la veía enojada.
-Ah ya sé -dijo Kae acercandose a él. -Es tu primer beso
El rostro de Chrome, Kohaku y hasta el de Senku se tornó levemente rojo.
-¿¡Quién dijo eso!?
-Me lo acabas de confirmar -sonrió ella mientras le mostraba la lengua de manera juguetona.
-Kae-chan, para. No es bueno burlarse de los labios vírgenes de Chrome -dijo la pelirrosa.
-¡Mis labios no son vírgenes! -gritó el alterado.
-Oh. Entonces te doy asco -dijo ella. -Que malo, Google -se limpió una supuesta lagrima.
-¡No dije eso!
Y todo esto era por...
Senku tomó el guión que estaba a un lado y lo leyó.
«Princesa: No soy fuerte y aún así me proteges (murmura mientras llora)
Guardia: Pero me das la fuerza para seguir»
Tras leer la escena su boca hizo una "o" por entender el conflicto. Aunque sí le daba algo de gracia el que se negará a besar a la chica.
Aún lloriqueaba por ser la princesa.
-Ah ya sé. Ve y besa a un amigo y así no te dará vergüenza besar a Kae-chan -dijo Uta asintiendo.
A Chrome y a Senku se les bajó la presión.
-No.
Kae se dejó caer al piso con cuidado, ya que su pie seguía vendado.
-Entonces te robare el beso, y todos contentos.
-¡Eso es acoso! -Kae le volvió a mostrar la lengua.
-Ishigami-senpai -lo llamó la pelirrosa apenada, la cual tenía vendada su mano. -Lamento que tenga que ver esto sin ser del club.
Senku negó.
Últimamente - y aunque no lo quisiera admitir - se hallaba de mal humor.
¿El por qué?
No había recibido ninguna nota desde hace ya dos semanas, casi tres.
Pero con esto, ya se había alegrado.
-De acuerdo -habló la maestra de teatro. -Chrome, junta valor para besar a Kaeru, Kaeru no presiones a Chrome. Nos vemos mañana.
Pasó una semana más sin recibir una nota y sin que Chrome besara a Kaeru.
Y Senku... Estaba molesto.
Soltó un gruñido mientras guardaba su pluma de el bolsillo de su bata.
Miles de preguntas pasaban por su mente.
¿Acaso se había aburrido?
¿Estaba preocupado?
¿Por qué no recibía ninguna nota?
¿Alguna señal de vida?
Ninguna de sus preguntas tenía respuestas. Y eso le molestaba más.
Iba a cerrar el laboratorio para volver a casa y de su bata cayó una hoja.
Sus latidos se aceleraron, se agachó y la tomó.
Y como por arte de magia su mal humor desapareció. Se sintió por un momento como la persona más satisfecha del mundo.
Le seguía escribiendo.
Y entonces, se dio cuenta que no podía ignorar más esa felicidad.
-Que ilógico...