Narrador omnisciente:
Yasser se había levantado temprano, no porque quisiese hacerlo, sino porque hoy le tocaba hacerle el desayuno a todos, 5 a.m, si muy temprano, pero tienes que pensar que hacerle el desayuno a 16 personas no es para nada fácil y de poco tiempo, Yasser caminaba a pasó lento, se perdió algunas veces ya que no se acostumbraba al nuevo lugar aún, pero finalmente encontró la cocina, usualmente cuando tiene que llevar muchas cosas utilizaba sus alas, estaba tan concentrado en lo que hacía que no se dio cuenta de que había una cierta personita que lo vigilaba desde la puerta, en una de esas volteó hacía la puerta encontrándose con unos ojos oscuros que lo vigilaban, rápidamente se escondieron, Yasser camino a pasó lento hacía el marco de la puerta y lo atrapó con sus alas, creando así una jaula con ellas, escuchó rápidamente una queja por el susto que le había causado y dirigió su mirada hacía abajo, encontrándose con un pelo negro como la noche, sin embargo había algo extraño a su parecer, él chico dirigió su mano a aquel lugar y ni bien tocó allí se movieron, Yasser después de un tiempo cayó en que eran orejitas, ninguno de sus demás hermanos tenían orejitas, si tenían cuernos,dientes extraños y esas cosas, pero nada más, luego pensó en Andreh, él sí tenía orejitas pero no eran para nada parecidas a las de este, aparte su pelo era blanco, a todo esto el chico se había quedado quieto como estatua, como si estuviera esperando su final inevitable, sin embargo sólo escuchó un "Hey...lamento asustarte sólo quería saber quién eras, no te había visto por aquí antes, eres uno de los nuevos ¿verdad?" El chico sintió como aquellas alas que anteriormente estaban apresionandolo hacía el otro chico se abrían dejándolo nuevamente libre, temblaba de miedo y mantenía su mirada clavada en el piso "Quizás otro tipo de disculpa te caiga mejor..." ahí fue cuando sus piernas empezaron a temblar y comenzaron a fallarle, quería correr y esconderse de ese chico extraño y ahora probablemente no le iría bien por no aceptar sus disculpas, "¿¡Porque no simplemente acepte sus estúpidas disculpas?!" Pensó el chico mientras sus ojos se aguaban por el miedo, sin embargo en su vista se coló un lindo café con una forma de gatito hecho de late, él chico comenzó a hablar nuevamente "¿Te gusta? Es uno de mis talentos es algo raro pero muy bonito ¿No crees?" Dejó el café en manos del chico y le sonrió "Oh cierto! Soy Yasser, un gusto" en ese momento el pelinegro por fin levantó su mirada encontrándose con una linda sonrisa de parte del de alas emplumadas, "S-soy Oscar pero me dicen Oscarin...un gusto" Yasser le volvió a sonreír "Creo que es mejor que tomes ese café en la mesa y un poco de compañía siempre es buena!" Dijo tomando su mano y llevándolo con él.
Yasser había estado hablando toda la mañana con el pelinegro de orejitas, mientras este respondía de forma corta mientras miraba el hermoso café que tenía en sus manos.
Yasser: Oye tienes que tomartelo o se enfriara empezó a reír
El pelinegro asintió y empezó a tomar el café con cierta lastima, quizá podría pedirle otro algún día...
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La Leyenda de las 3 Almas Negras
RandomHey!, Bienvenido a mi historia, esta historia nació gracias a mis pendejas escenografías con estos personajes, si, así de simple xd Los personajes obviamente no me pertenecen. Esto no tiene nada que ver con las personas detrás de los personajes. Re...