♤87:Calma♡

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Narrador omnisciente:

Los chicos ya habían llegado y habían vuelto a ordenar sus cosas, el sueño había atacado a Noobly, este dormía a gusto en la gran cama.

Andreh se fue a su taller, había estado esperando eso mucho tiempo, extrañaba sus cosas y en especial a su androide, tenía muchos planes para nuevos inventos.

Creisi por otra parte se había ido de paseo junto a Oscarin al gran bosque detrás de la casa.

La casa estaba inundada de un silencio, algo raro, pero agradable sin duda.

Firex veía la pequeña nube de tormenta que había creado volar por su cuarto, Renard intentaba agarrar a la nube pero está lo esquivava, hasta parecía que escapaba de Renard, como si tuviese vida propia.

Haru estaba probando unas nuevas navajas que había comprado la otra vez, apuntaba al círculo de madera y tiraba, su puntería era perfecta y dio en el blanco con facilidad, sonrió con satisfacción, quito la navaja y sacó otra de la caja y así fue probando todas.

Ariana tomaba su meditación, como todos los días, pronto tendría que ser de ayuda para Duxo, al parecer este había tenido ciertos inconvenientes con uno de los proveedores y ella se encargaría de que ese problema no se vuelva a repetir.

Isabella no tenía clases hoy, aprovechaba para cuidar a su gatito negro Maikol, mientras veía las muestras de sangre que le había sacado a Oscarin,Blaki y Firex, las estudiaría y vería si puede crear posiones de mayor fuerza con estas, aparte de querer estudiar un poco más sobre estos específicamente, nunca supo que era Blaki y cuando le pregunto está tampoco supo decirle que era, ella se encargaría de descubrirlo, por otra parte, nunca había visto a un licantropo del tamaño de Oscarin, quizá si estudiaba un poco su sangre y más cosas daría con la razón de porque este tiene una altura tan exorbitante y por otra parte también quería saber si la sangre de Firex había mutado o algo al recibir sus poderes.

Eitan navegaba en Internet buscando algo entretenido que ver por ahí, pensaba ir de compras luego.

Cocoa aseaba a sus mascotitas en la bañera, estas estaban cubiertas de jabón, la chica se encargaba de quitarles este con cuidado, las secaba y las dejaba sobre su cama para que descansarán, ¿Quién dice que todas las ratas son sucias? Pues las suyas no lo son ni serán nunca.

Creisi iba en el gran lomo de el lobo negro, este caminaba a pasó lento, seguía un pequeño riachuelo, se escuchaban a los pájaros cantar, era sumamente tranquilizante, el lobo disfrutaba de los sonidos, al tener sus sentidos más agudizados podía disfrutar más los hermosos sonidos que producían los pájaros y el sonido del viento haciendo chocar las ramas entre si, las hojas caían por los choques de estas, dando algo así como una pequeña lluviesita de hojas, algo hermoso sin dudarlo, pero la calma del lobo se paró al escuchar una rama romperse de repente, movió sus orejas para poder saber exactamente de donde venía aquel sonido, se fijo en un árbol, una criatura se asomó fijándose en el lobo, un chico con cuernos negros y pelo rosa, al igual que sus ojos estos tenían un rosa intenso, tenía su pupila hecho un corazón, del otro lado se veía una cola larga de color blanca que al finalizar tenía pelo del mismo rosa que su cabello, Creisi miraba con atención lo que hacía, el misterioso chico sólo les sonrió y salió corriendo.

Creisi: ¡Ve tras él! Le gritó al lobo

Este reaccionó de inmediato empezando a correr en dirección a donde se había ido ese misterioso chico, este se había metido en la parte frondosa del bosque y en poco tiempo el lobo lo perdió de vista, paró jadeando y recostandose sobre el suelo, el castaño se bajo de este y acarició levemente la cabeza del lobo.

Creisi: Lo intentaste, muy bien palmeo la cabeza de este con cariño ¿Quién habrá sido ese chico?... miró en dirección al resto de aquel gran bosque frondoso

El lobo se convirtió de nuevo en el chico pelinegro.

Oscarin: Uff no había corrido así desde hace mucho tiempo... agarró la botella que le había dado el castaño

Creisi: Descansa un poco, luego tenemos que volver... dijo con tranquilidad viendo un árbol

Oscarin: Descansare en casa se transformó de inmediato

Creisi suspiró y se subió nuevamente al gran lobo negro, emprendiendo su camino de nuevo a casa.

La Leyenda de las 3 Almas Negras Donde viven las historias. Descúbrelo ahora