¡Santa, soy Lalisa Manoban!

Persona defectuosa.

La maleta reposaba abierta sobre la cama, era un completo desastre de abrigos, faldas, bufandas y blusas. Por otra parte, Jisoo se había plantado a primera hora de la mañana en mi casa, y desde entonces no había parado de quejarse.

—¿Sabes? Entiendo que me cambiaste por un chico pero, ¿tenía que ser mi primo? —dice arrugando una de mis blusas favoritas.

—De verdad, lo lamento —le digo, sentándome a su lado en la cama y tomando mi blusa de sus manos —. Te juro que cuando regrese podemos planear algo juntas.

—Nunca aprendes, Lisa —me mira fijamente y suspira —. El egoísmo fue inventado por Dios para que lo utilicemos, anda, practica conmigo .

Allí íbamos de nuevo con ese tema. Desde que tenía memoria Jisoo solía decir que el egoísmo era lo que diferenciaba a los fuertes de los débiles. Pero según lo veo yo, esa es una perspectiva muy pesimista de ver el mundo. Y aunque yo nunca he sido de ir a la iglesia, porque mi padre no es creyente, realmente no creo que el egoísmo fuese creado por Dios.

—¿De nuevo?

—Así es, y para empezar deberías preguntarme por lo que haré mientras no estás —mientras lo dice hace una cara de pervertida.

(Inserte meme de Debby Ryan en Radio rebel)

—Saldrás con Namjoon, ¿no? Y aún así estás reclamando por mi partida —la señalo con mi dedo, cayendo en cuenta.

—Me acusas sin fundamentos. Y temo decir que es cierto. Se podría decir que estoy emocionada —intenta parecer desinteresada, pero la conozco.

—Eso es un poco obvio, se te nota —luego recuerdo un dato muy importante para alivianar mi sentimiento de culpa —. Además, ahora que lo pienso, Jungkook también tiene planes, no íbamos a estar juntos.

—¿La ratita tiene planes? —intento no reírme.

—Primero, no le digas de ese modo. Y segundo, tiene planes, dijo que se irá a Canadá para visitar a su tía.

—Maldito Jungkook —ella se cruza de brazos, ya ven que Jisoo tiene cierta preferencia por tratar de un modo muy peculiar a sus amigos.

—No seas envidiosa. Y, además, que yo recuerde hace un año todos estuvimos en Japón, que no se te olvide.

—Ya, pero es que Jungkook tiene familia por todo el mundo —en eso tiene razón —. Y no me quejo, he viajado pero es diferente porque él va sin sus padres. Él puede salir y disfrutar, mientras que cuando viajo lo único divertido es escuchar a mi padre lamentarse del clima, de los mosquitos y de todo aquello que sea diferente de Korea. Y créeme que después de unas horas lo único que quieres hacer es arrancarte los oídos y regresar en el primer avión.

—Tu padre es extraño, viajar es para experimentar lo diferente —ambas asentimos a mis palabras.

—Juro que si mi familia planea un viaje para este año inventaré que tengo una diarrea grave. Lo haré con tal de no escuchar a mi padre quejarse.

Se me escapa una risa. Y es que su comentario sonado a dialogo de telenovela, como la telenovela en que la chica se queja porque su padre la va a llevar a Paris.

Yo suelo olvidarlo, pero comentarios como el que Jisoo ha hecho me recuerdan que en nuestro instituto la gran mayoría de estudiantes son de familias con una buena situación económica. Somos muy afortunados. Los padres de la misma Jisoo son abogados en un muy buen bufete, y los de Jungkook son copropietarios de una estación de radio.