Estoy mirando fijamente a Jisoo y a Jungkook resolver un cálculo en la pizarra, pensando que quizás si lo veo durante mucho tiempo quizás llegue a entenderlo por arte de magia. Salvo que, lógicamente eso no ocurre.
Namjoon asiente cuando ella le dice que ha terminado, y yo debo tener una expresión en la cara representando mi completa ignorancia de lo que sea que están haciendo, porque Namjoon me da una palmada en el hombro.—¿Por qué esa expresión, Lisa? —dice hundiendo el entrecejo.
—No todos somos unos sabelotodos matemáticos, no seas tan presumido —le digo volviendo a estudiar.
Taehyung se ríe de mi comentario y Jisoo comenta algo relacionado a que ella no es una sabelotodo presumida, pero también lo es, mentirosa.
—Yo soy un sabelotodo, pero no solo en matemáticas —interrumpe Jungkook con expresión de engreído —. En todo y más.
—Muy gracioso, algo de humildad no te haría daño —le digo tirándole una bola de papel directo a su rostro.
Él la esquiva riendo.
—Lisa, ¿acaso estás viendo a tu alrededor? —pregunta indignado—. Estás en el instituto un viernes por la noche. Y tú y todos tus amigos están estudiando.
—¿Y?
—Eres una sabelotodo también, al igual que todo tu grupo de amigos —se encoge de hombros —. Lamento informarte que otros grupo de amigos no están reunidos un viernes por la noche estudiando. Adáptate y sobrevive, la vida de un sabelotodo no es fácil.
Dejo caer la cabeza en mi libro, asintiendo resignadamente. Me concentro en estudiar posibles preguntas de literatura, a este punto se más de Jane Austen, Mary Shelly, Arthur Conan Doyle que de mi propia vida.
Y esos son algunos de los autores que he estado estudiando durante semanas, siento como si mi cerebro no pudiese ingresar más datos.
Sin embargo, no envidio a Namjoon y a Jisoo con sus jeroglíficos que supuestamente son importantes.
A mí lado Tae estudia diversos artistas y músicos, la pila con nuestros libros llenos de apuntes frente a nosotros. Este lugar se ha convertido en una cárcel donde hemos estado metidos por semanas.—¿Crees que en sus citas también resuelvan problemas matemáticos? —susurra Taehyung al ver cómo Namjoon ve con mirada enamorada a Jisoo.
—Sin lugar a dudas —comento riendo —. Seguramente les excita decir cosas matemáticas mientras lo hacen.
—Restar, sumar —susurra Taehyung en mi oído —. Raíz cuadrada, derivadas.
Ambos estallamos en risas, intentando callar cuando ellos nos vuelven a ver como si estuviésemos locos.
—Propongo que estudiemos alrededor de media hora más, no quiero que estemos cansados para mañana —interviene Namjoon.
Así que por la siguiente media hora estudiamos, hasta que por fin se termina y comenzamos a guardar y acomodar todo en el salón de clases en el que estudiamos para la competencia.
Todos caminamos saliendo del instituto, hace varios minutos que la luz del sol se extinguió, junto con mis ganas de estudiar o de vivir si exageramos.—Muy bien, la primera fase comienza mañana, pero es la fase más fácil —comenta el Namjoon—. Duerman bien, descansen y estén mañana aquí temprano para ir a la competencia.
—Correcto, y está prohibido acostarse hoy porque necesitan sus energías —la intervención de Jisoo envía una sonrisa a mi cara.
A su lado, Namjoon niega divertido y jala a Jisoo hasta su auto para llevarla a casa. Yo me despido de Jungkook antes de que su auto se encienda y desaparezca, para luego subir en el auto de Taehyung.
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¡Santa, soy Lalisa Manoban!
Подростковая литератураMis deseos de navidad siempre han sido cumplidos, pero quizás este año he excedido mi lista. Historia original. Está en proceso.