9| No todo es como lo cuentan

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Lan Wangji lee, revisa y firma los papeles administrativos que corresponden a su secta, es su rutina matutina desde hace 10 años que ya se a acostumbrado como si hubiese sido preparado para ese papel toda su vida. Lo hace todo en silencio, de forma monótona y sin detenerse, como si en lugar der ser un persona fuera una maquina cuyo propósito era solo trabajar, tampoco era tan lejos de su realidad. Cuando perdió a su hermano y a Wei Ying, encontró un refugio en las largas horas e interminables pilas de papel, cuando salía de ese refugio que el mismo había construido el vacío en su interior se hacia mas latente, ahogándolo en la oscuridad de su existencia, ni siquiera su Shufu podía hacer algo para evitar que se hundiera, lo único que evitaba que hiciera eso era su sobrino.

Para el JingYi se convirtió en su consuelo, en la luz que evito que se derrumbara hace tantos años y que caiga cada vez que no se siente con la suficiente fuerza. Su sobrino para el representa la esperanza en ese mundo que le ha quitado tanto, quiere que su sobrino crezca como alguien fuerte que pueda cuidarse de si mismo, pero a la vez solo desea que permanezca en Descanso de las Nubes al alcance de su vista, donde pueda protegerlo, no obstante, sabe que eso jamás sucederá, JingYi puede tener mas la apariencia etérea de los Lan, pero la voluntad que arde dentro de el es la de un Jiang, tan implacable y arrasadora como un tornado en medio de una tormenta.

Incluso si aun es un niño y le falta bastante entrenamiento, su sobrino ha ido recibiendo la misma crianza que muchos otros niños de la secta y aun así JingYi desentona completamente con ellos, con una actitud demasiado enérgica y casi vivaracha, siendo demasiado expresivo y efusivo su sobrino es el Lan menos Lan, como había dicho su Tío QiRen en una ocasión con cierto tonillo resignado. 

Tampoco es tan sorprendente, al igual que JingYi recibe educación en Gusu, también lo recibe en Yunmeng, de hecho sus primeros cinco años de vida paso mucho tiempo en la secta Jiang y Jin, aunque ahora según tiene entendido esta ultima se redujo mas que nada a visitas ocasionales.

JingYi ha conocido mas que el riguroso método de su clan, por lo que considera que es normal que tenga un espíritu libre, secretamente piensa que incluso si su sobrino hubiera crecido a tiempo completo en Gusu la personalidad del menor no seria muy distinta. 

Estos años que ha pasado cuidando de su sobrino, viendo por su bienestar y que no sienta la ausencia que dejaron atrás su hermano y cuñado, se podría decir que despertó en el cierto instinto que pone por delante las prioridades de su sobrino, un sentido que se intensifico cuando se descubrió su segundo genero, el jamás ha hecho menos a alguien por cual es su segundo genero y si definitivamente hay alguien a quien no se debe subestimar por el simple hecho de ser omega es a JingYi, no cuando por sus venas corre la misma fuerza y voluntad de sus padres, en especial la de Jiang WanYin que en sus días de gloria demostró que el ser omega no le daba ninguna desventaja. Cree firmemente que su sobrino será un omega cultivador tan grande e implacable como lo fue Jiang WanYin, sin embargo eso no quita su preocupación, ni la sensación de que algo pueda estar yendo mal. 

Su mano se detiene con la pluma suevamente sujeta y tiene un inquietante cosquilleo de alarma, un presentimiento que pocas veces ha tenido en el pasado y cuando ha sido siempre terminan relacionados con su sobrino.

Deja la pluma sobre el documento que estaba firmando, se pone de pie y se dirige a la salida. 

Tiene un presentimiento amargo en la boca del estomago, debe encontrar a JingYi.

Tiene un presentimiento amargo en la boca del estomago, debe encontrar a JingYi

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