14| Seguridad

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Sintió todo el peso de la mirada de aquel alfa de cicatriz en el rostro, la oscuridad del lugar creaba sombras que le daban un aspecto mas siniestro. JingYi se negaba a dejarse amedrentar pese al temblor de su cuerpo, o el golpeteo veloz de su corazón aterrorizado y le mantenía la mirada al hombre.

Este parecía extrañamente fascinado, llevaba cerca de diez minutos en el umbral de la puerta solo contemplándolo en silencio, sus viciosos ojos parecían querer captar cada detalle de su piel produciendole una sensación de asco que lo hizo atorarse con su propia saliva. Lo que fuera que planeaba con el, no era nada bueno, estaba dispuesto a pelear con uñas y dientes contra ese hombre.

—No se porque entre mas te veo, mas me recuerdas a Jiang WanYin — por fin dijo algo, solo que lo que dijo le helo la sangre. El alfa ladeo la cabeza con un brillo de curiosidad en sus ojos marrones — Aunque no eres exactamente igual, como la forma de tus ojos y el color — soltó un suspiro de pesadumbre — Ahh, si tuvieras esos hermosos ojos azules que el tenia

—¿Por... — trago saliva, sintiendo su boca seca — ¿por que hablas tanto de el?

—Oh — el alfa se vio sorprendido, como si no hubiera esperado ninguna palabra de el para empezar, una sonrisa altanera tiro de sus labios — ¿Por que no lo haría? No hay día que no piense en el, mucho menos cuando veo el bello recuerdo que me dejo — acaricio la cicatriz en su rostro, su mirada volviéndose rabiosa

«¿A-Niáng le hizo eso?» Penso con impresión. Ahora sabia dos cosas, su A-Niáng habia dejado aquella marca en el rostro del alfa que parecía guardar rencor por ello, y segundo, por ningún motivo debía enterarse que es su hijo. Si su situación era mala, si ese hombre se llegaba a enterar de quien es hijo, no lo terminara de contar, ya bastante es con que aquel alfa que parece estar demasiado obsesionado con su A-Niáng le encontrara parecido.

—Ese maldito omega — el hombre siguió despotricando — No solo se atrevió a humillarme en el pasado, también me trato como una cucaracha — una sombría carcajada escapo de sus labios — Cuando supe de su muerte, hice un banquete de celebración. La único pena es no haber sido yo quien lo asesinara, tampoco hubiese estado mal darle una probada

Con cada palabra que salía del alfa, JingYi sentía mas asco a el, la forma en que se refiere a su A-Niáng le enferma, mucho mas porque pudo percibir la locura en sus ultimas palabras, como si de verdad lamentara no haberlo probado. Quería gritar, decirle que se callara y respetara la memoria de su A-Niáng, pero sabia que hacer eso solo lo pondría en evidencia, tuvo que morderse los labios hasta sentir el sabor metálico de su sangre, sin embargo no tenia la certeza de que de continuar escuchando al hombre no terminaría flaqueando.

Cerro sus ojos, pidiendo a los Dioses que lo ayudaran a salir de ese lugar.

En algún punto, aquel alfa se había marchado, no sin antes decirle unas cosas que no entendió mucho. Nuevamente empezaba a sentirse mareado, y no lo comprende, parte de su entrenamiento es poder manejar sus feromonas y soportar la de los alfas, por eso le resultaba extraño, por mas nauseabundo que fueran las feromonas del alfa, no explicaba que hubiese perdido tan rápido la consciencia y sintiera su cuerpo demasiado pesado.

Acobijado por la oscuridad, supo que volvería a perder la consciencia. Antes de perder los sentidos, cree escuchar un leve siseo y una voz susurrante, pero no puede comprobar si fue real o un producto de su imaginación cuando cayo inconsciente.

←❁→

Cuando recupero la consciencia no supo cuanto tiempo había pasado, su cabeza dolía, pero ya no sentía su cuerpo tan cansado como la primera vez que despertó. No sabia si era de noche o de día, lo cual lo inquietaba demasiado.

AmatistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora