[Especial] Porque una y otra vez, no dudaría en que fuéramos hermanos

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Este es un capitulo desde la perspectiva de Wei Wuxian, de sus pensamientos y sentimientos con respecto a sus hermanos.

Había una vez un niño, de brillante sonrisa y chispeantes ojos grises. El niño era feliz, viajaba por todo el mundo con sus padres y un burro. Un día sus padres lo dejaron en una posada y nunca regresaron.

El niño, asustado, fue en su búsqueda, pero jamás los pudo encontrar. El tiempo paso y el niño vivió en las calles hasta que un hombre de amable sonrisa y gentil mirada le ofreció una mano. El niño confío en el hombre y fue llevado a un lugar rodeado de cristalinos lagos.

En dicho lugar conoció nuevas personas. Una mujer de expresión feroz que lo veía como si fuera el causante de todos sus males, aquello lo hubiera hecho sentir mal de no ser por otros dos niños.

Una linda niña mayor y un niño un año menor que el.

—Nosotros nos quedaremos contigo, A-Xian.

Entonces el niño, de cinco años en ese entonces, sonrió ampliamente.

El niño fue feliz porque la niña no dudo en considerarlo como un hermano mas y brindarle su amor. Luego estaba el otro niño, su inicio no fue el mejor, sin embargo el niño lo acepto después de un suceso que los unió.

Asi dejo de sentirse como un desconocido, ya no era "el niño" que perdido a su padres "el niño" que trajo el líder de secta, ahora se reconocía como Wei Ying.

La mayoría de su tiempo la pasaba junto al otro niño, Jiang Cheng. Wei Ying considera que Jiang Cheng es muy bonito incluso cuando frunce el ceño. No entiende que es esa calidez que empezó a sentir en su pecho cuando esta junto al Jiang desde aquella vez que ambos se escaparon de noche y regresaron junto a su Shijie. Llego un día que no pudo seguir ignorándolo.

Sucedió un día en el muelle. Un perro paseaba por las calles y el con ojos llenos de lagrimas dio un grito aterrorizado, antes de siquiera pensar en correr, una pequeña espalda se puso delante como escudo.

—¡Fuera!

Jiang Cheng alejo al perro y cuando se giro, Wei Ying vio la sonrisa más brillante y bonita que le había visto esbozar desde que lo conoció.

—¡Ya se fue, no te preocupes! — pero al no obtener respuesta, la sonrisa se desvaneció y su expresión cambio a un ceño de preocupación —¿estas bien?

—Yo... — sentía sus mejillas arder y su corazón latir muy rápido

—¡Ah! ¡Ya se! Seguro aun sigues asustado. — reflexiono el menor, Wei Ying quiso decir algo, más las palabras no salieron cuando el Jiang en un rápido movimiento tomo sus manos entre las suyas — ¡No te preocupes! ¡Yo te protegeré siempre de los perros! Así no volverás a asustarte.

 — reflexiono el menor, Wei Ying quiso decir algo, más las palabras no salieron cuando el Jiang en un rápido movimiento tomo sus manos entre las suyas — ¡No te preocupes! ¡Yo te protegeré siempre de los perros! Así no volverás a asustarte

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"—A-Ying, en esta vida hay muchas clases de amores. Un ejemplo puede ser tu alma gemela y el amor de tu vida. Ambos serán especiales y únicos. Tu alma gemela será aquella con que sientas que sin importar el tiempo y las heridas volverán a encontrarse una y otra vez, se miraran, sonreirán y se dirán "¿otra vez tu?" Y el amor de tu vida es aquel con el que tu dirás "Ah, yo quiero su atención ¡quiero estar a su lado! y harás lo imposible porque te voltee a ver, quizás en un inicio no te des cuenta, pero el mismo tiempo te enseñara a comprenderlo y diferenciar tu alma gemela del amor de tu vida"

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