32.- "Nada es más importante que tú"

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Barca

Ya era demasiado noche, habían pasado horas,  y no sabíamos nada de T/N, Andrés tampoco se había comunicado con ninguno. Juan decidió que no estaba en condiciones de hacer directo y yo me fui a casa.

Estaba acostado en el piso de la sala cuando un auto se estasiono fuera de casa. Salí para encontrarme con Daniela y Martin, hermano de Marco.

— Ey, hola — Dani me saluda de beso y al chico lo saludo de mano — Perdón por molestar, es que habíamos quedado de vernos con T/N y no llego. Le llamamos y su celular suena apagado.

¿Cómo les explico?

Tenía que invéntame una excusa.

— Es que no está aquí chicos, está en casa de su hermano. Su teléfono está apagado porque la asaltaron — les explico.

— ¿Pero está bien? — el chico luce demasiado preocupado.

— Si todo bien, solo que se sentía mejor estando—

Un auto que parecía que se iba a estrellar contra la casa frena en seco a media calle, lo reconocía. Era el auto de Andrés. Se bajó rápidamente con el celular en la mano y corrio hacia donde estaba.

— Me llamaron Barca, me llamaron — decía mientras agitaba su celular. Llegó a la puerta de la casa y descanso poniendo las manos sobre sus rodillas. Solo le hice una señal con la cabeza para que dejará de gritar así. Dani y el chico no debían saber nada.

—¿Te llamaron? ¿Quien te llamo?

— Oh!, Hola Dani... Y Martin

— Nadie, es que Andrés esta como responsable en la estación de policía y le dijeron que le llamarían si tenían información sobre lo del asalto — aclaro rápido.

La cara de Andrés era clara, decía con ella lo que no decía con la boca:

¿De que estás hablando?

En unos segundos pareció hacer clic todo en su cerebro y me siguió el juego de mentir.

— Si, es eso y creo que deberíamos ir a casa de Juan — vaya forma de correrlos.

— Ah... Entiendo, entonces díganle a T/N que cuando pueda nos llame. Estamos preocupados por ella.

— Nosotros le decimos, no se preocupen. — ambos subieron al auto en el que venían. — Casi la cagas, Andrés.

— No avisas, no es mi culpa.

Fuimos a casa de Juan y ya eran casi las 12 de la noche, los que hablaron con Andrés le dijeron que a media noche se comunicarían de nuevo y le pareció buena idea que estuviéramos los tres cuando llamarán e intentar pedir una prueba de que T/N está bien.

— Hola chicos — Ari llego a la sala — ¿Aún nada?

Los tres estamos sentados en sillones contrarios.

Juan niega con la cabeza. — Estamos esperando aún, dijeron que a las doce y faltan quince minutos — Andrés comienza a frotarse la manos, se veía muy nervioso.

— Iré a buscar algo a la cocina, se que han estado muy preocupados pero no está bien que se malpasen.

Sonrió genuinamente por su gesto.

— Gracias Ari.

— Gracias amor — Juan le da un beso.

Andrés no contesto, se veía muy ido. No se veía bien ni física ni mentalmente, estaba despeinado y cansado, además de muy inquieto. Si no estuviéramos en esta situación, daría por hecho que está drogado o algo parecido.

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