Viviendo con Barcagamer

31.- "Eres un estúpido"

—Eres un estúpido Andrés —Juan lo empuja contra la pared con toda la intención de golpearlo, creo que lo había visto enojado muchas veces, pero jamás con la intención de pegarle a alguien.

— Juan, Juan —intento calmarlo y lo tomo del hombro— Cálmate, no es momento de pelear.

— Es que como se le ocurre, pusiste en peligro a mi hermana — Juan está gritando.

— ¿Crees que es porque yo quice? — siempre la excusa estúpida de Andrés.

—No, pero si sabías lo que podía pasar pudiste haberte alejado de ella — No mentire, me agrada ver cómo le dicen sus verdades.

— ¿Que rollo? ¿Que pasa? — Ari llega a la sala — Tus gritos se escuchan hasta el cuarto Juan.

— Que por culpa de este pendejo

—Oye — reclama Andrés

— Si eres un pendejo, cállate.

— Que por culpa de este pendejo mi hermana está desaparecida, secuestrada o no sabemos que.

— ¿Que chingados?

— Ya estoy arreglando eso — realmente no suena calmado o como que lo está arreglando.

— ¿A si? — Juan lo ve — ¿Sabes dónde esa? — si la mirada de Juan hablara le estaría diciendo a Andres "Estás pendejo" — ¿Quien la tiene? ¿Que le paso? ¿Si está bien? — Juan cada vez se acercaba más a la cara de Andrés y aumentaba la voz.

Está mirandolo a los ojos pero Andrés solo agacha la mirada, se nota en su cara lo mal que se siente por los reproches de Juan. Pero no lo puedo culpar, estaba preocupado igual pero alguien tenía que ser el cuerdo aquí.

— Ey Juan, cálmate — Ari le habla pero no la escuchaba.

— No, no lo sé — la voz de Andrés apenas se puede escuchar, el silencio en la habitación es más que incómodo triste, el ambiente es demasiado pesado. Podría estirar mi mano y agarra la tensión en el aire.

— Claro que no — Juan le da la espalda.

Volteo a ver a Ary, su cara me grita un "Haz algo" pero no sabía que podía hacer su Juan tenía razón.

— Así que no vuelvas a decir que "Lo estás arreglando" — Su cara cada vez es más roja, con el coraje que trae encima no me sorprendería que le saliera humo de los oidos.

— Juan deberías calmarte —está vez si decido intervenir y pongo mi mano en su hombro ya que nos están dando la espalda a los tres — Todos estamos muy preocupados pero lo mejor en este momento es pensar con la cabeza fría — Mis palabras eran vastante vacías, de dientes para afuera. Ni siquiera yo podía pensar clara mente.

— Hasle caso a Barca, Juan. Que te pongas así no va a arreglar nada. — Juan se quita sus lentes y veo como pone su mano en el puente de la nariz. Creo que Ari si es la indicada parada calmarlo.

— Escucha bien Andrés — Juan voltea y veo como tiene los ojos llenos de lágrimas. No se si eran de coraje o de tristezas pero definitivamente ninguno de los tres lo esperaba;

— Vas a encontrar a mi hermana y la vas a traer en menos de dos días, no me importa lo que tengas que hacer o lo que te vaya a pasar pero si por tu culpa se la llevaron tú la vas a traer igual de regreso. Te prometo que si le hacen lo más mínimo te lo haré al doble y que si no regresa me voy a encargar al costo que sea, que lo que te quede de vida sea un infierno.

— Juan, yo...—no pudo decir ni una palabra más y lo interrumpio.

— No, no quiero escuchar nada, vete de mi casa y no regreses hasta que T/N venga contigo — Andrés no dijo nada y se fue sin más ni más.