33.- "Marco despertó"

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Andrés me carga en su espalda rumbo a la heladería, el sol brilla como nunca. El verano casi termina, pero lo hemos aprovechado mucho.

Cada día venimos a esta heladería a comer después de pasar el día jugando videojuegos en mi casa o en la suya nadando en la piscina.

— Ya Andrés, bájame. — se inclina hacia atrás para que pueda bajar cuando llegamos a la heladería.

— Ya llegó la niña tonta.

Había una pandilla de niños que me molestaban en la escuela, desde que las vacaciones iniciaron no los había visto.

— No le digan así. Tontos. — Andrés empuja al niño que me insulto.

— ¿A quienes les dices tontos?

— A ustedes, a quien más.

Los cinco niños comenzaron a empujar a Andrés de un lado a otro hasta que estuvo en el piso y lo golpearon.

— Para que aprendas a no meterte con nosotros.

— Andrés, Andrés — tiene golpes por toda la cara.

Estamos en mi casa, mis padres no están, solo Juan que llega a mi habitación con el botiquín para curar los golpes de Andrés.

— ¿Porque hiciste eso? Eran muchos niños.

Limpio sus heridas con cuidado, no sé cómo hacer esto.

— Nadie debe molestarte.

— Pero mira como te dejaron.

— No importa lo que me pase, siempre te voy a cuidar. Para esos somos amigos.

Una sonrisa crece en mi rostro.

Porque es tan testarudo.

Porque era tan testarudo.

Una alarma que no recuerdo haber puesto me despierta de mi sueño. He estado soñado mucho con Andrés, recuerdos de cuando vivía en Colombia y lo veía a diario.

Paso ya una semana de lo sucedido y el panorama para mí no ha mejorado. Apenas he podido levantarme de la cama para cosas esenciales. Aún que hay gente a mi alrededor nadie de ellos es Andrés y el vacío que siento es difícil de llenar.

Ningún abrazo, ninguna risa, ningún consejo va a ser igual al que el me daba el.

Nadie va a darme el cuidado y la seguridad que el me daba, en el había secretos míos que nadie sabe ni sabrá, me comprendía y me conocía a la perfección.

Aún cuando todos dicen que me puso en peligro con sus acciones, daría cualquier cosa por que volviera y entrara por mi ventana una vez más.

Se escucha que tocan la puerta.

— ¿Quien? — no responden y veo a Dani pasando hacia mi habitación.

— Tu mejor amiga ¿Cómo estás?

Se sienta en la orilla de la cama pero no respondo.

— Necesitas levantarte T/N — sus ojos reflejaban angustia.

— No quiero Dani, nada va a ser lo mismo sin Andrés... — mi vista se pierde en el vacío.

— T/N, se que lo que te diga no va a hacer que te levantes pero no puedes estar en tu cuarto por siempre. — A que si —Menos en estás condiciones.

Echa un vistazo rápido a mi habitación y tenía razón. Barca me había estado ayudando y limpiaba por mi, pero aún así la habitación estaba echa un desastre.

Viviendo con BarcagamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora