19.- "Gran noche de domingo"

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Era el último día aqui y no había visto a los demás en todo el día, estabamos todos ya en el aeropuerto, Roberto se regresaría a Monterrey con nosotros pero Yei se había ido más temprano en un vuelo a la CDMX.

—¿Estuvo buena la cruda? — pregunta Roberto ya que Juan traía unos lentes oscuros del tamaño de su cara y en media hora llevaba como tres litros de agua.

Juan ríe con sarcasmo — No es mi culpa que tú ya estés acostumbrado — Juan se recarga en el hombro de Ari.

— En cambio aquí tus tíos los veo muy frescos — refiriéndose a mi y a Barca.

— Después de que bajaron a bailar no los volvimos a ver — dice Juan.

— No creo que quieran saber porque.

— Cállate Roberto — arrugó las cejas.

—Chinga tu madre Roberto. — se queja Juan.

—Enojado el cuñado — Barca sonríe de lado.

— Diego —lo regaño y levanta las manos en señal de paz.

— Pasajeros del vuelo 215 favor de abordar —suena el altavoz del aeropuerto, todos nos levantamos de nuestros asientos para irnos.

Aterrizamos en Monterrey a las seis de la tarde, eran casi las siete cuando Barca y yo apenas estábamos llegando a casa, al entrar estaban Hasvik y su novia en la sala, Grady se encontraba en directo con Vane en la cocina. Vane y Grady al parecer no se dieron cuenta de que llegamos, Barca y yo dejamos las maletas al corredor y nos asomamos en la cocina que estaba casi a oscuras.

— Si hay aquí algún espíritu... — el y Vane estaban tomados de las manos con los ojos cerrados — Que se manifieste ahora.

A Barca se le forma una sonrisa en la cara y me hace una señal de silencio. Va hacia atrás de la barra y tira un traste que tenía cucharas haciendo un fuerte ruido, pero se esconde tras la barra.

Vane y Grady dieron un saldo y se asustaron

— A ver, hay que calmarnos — le dice a Vane cuando el asustado claramente era el — Quizá fueron alguno de los gatos.

— Probablemente — la voz de Vane tiembla un poco.

—Presencia del más alla, de nuevo — se toman las manos de nuevo y cierran los ojos, aprovecho y voy junto a Barca— Si estás aquí manifiéstate — Aquí entro yo, azoto una de las puertas de la alacena y dan otro salto, está vez se ven agitados

— Chat, esto ya no me está gustando.

—Quizá deberíamos apagar directo y dejar esto. ya

— No pasa nada Vane, un último intento chat —repiten lo mismo por tercera vez— Espíritu ¿Estás presente en esta habitación?

— Si —dice Barca muy cerca de Grady que da un pequeño brinco por instinto.

— Ay pendejo, asustas —Vane da un brinco y suelta un suspiro — ¿Acaban de llegar?

— Tenemos como media hora y ustedes ni enterados, hola chaat — paso frente a la cámara para tomar algo del refri.

— ¿Ustedes fueron los de los ruidos?


— Si Vane, te aseguro que está casa no está embrujada. —sonrió.

Viviendo con BarcagamerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora