Yoongi trabaja más de once horas al día para mantenerse a él y a su pequeño hijo, la vida es demasiado cara y no puede darse el lujo de quedarse en casa a holgazanear. Excepto cuando se da el gusto de visitar un club nocturno para divertirse y embri...
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Hoseok llegó al club minutos más tarde, no podía hacer esperar a Namjoon, luego de lo que Seokjin había hecho.
Tuvo que mentirle a Yoongi, y decirle que Namjoon lo necesitaba para unos temas del club que después le explicaría. Quiso llamar a Rosé para que le ayudara a alistar a los pequeños para el colegio pero Yoongi tenía el día libre; él decidió encargarse de ellos mientras Hoseok salía.
Aún era temprano, apenas y el reloj marcaba las siete de la mañana con veinticinco minutos.
—Él llegó y bebió un par de tragos, supongo que esperó hasta que salieras a la pista pero como eso nunca sucedió, fue directo a comprar un boleto.
Namjoon le explicaba lo que había sucedido, la noche anterior tuvo que quedarse más tiempo por los nuevos bailarines, así que esa mañana, Jimin, su prometido, lo alcanzó en el club.
—El boletero le dijo que ya no trabajabas más aquí pero él no creyó ni una sola palabra, comenzó a gritar exigiendo verte. ¿Pero de dónde íbamos a sacarte? Se lo negaron pero él no entendió, comenzó a lanzar las mesas y sillas desocupadas, incluso rompió algunos espejos, botellas, copas... Todo a su paso, hasta que seguridad lo detuvo y lo sacó de aquí.
Hoseok escuchaba con atención lo sucedido, se sentía realmente avergonzado pues sabía que era culpa suya ese comportamiento.
—Lo siento mucho, Nam. De verdad me siento horrible por lo que sucedió...
—Cariño, debes hablar con él y ponerle un alto. Dile que deje de molestar, dile la verdad, que te has ido a vivir con alguien. Solo así dejará de insistir —comentó Jimin acomodando los lentes de sol que llevaba puestos.
—No te preocupes, Hobi. Sabes que el seguro cubrirá los daños pero, no sabemos cuales sean las intenciones del tipo. Podría ponerse violento si lo enfrentas a solas y podría hacerte daño, así que debes hacerlo aquí. No podemos dejarte solo con él —Namjoon trató de sonar lo más relajado posible, podía ver al chico temblando nervioso, necesitaba darle seguridad.
En ese instante, un empleado se acercó a ellos llevando consigo el teléfono del club.
—Lamento la interrupción, señor Kim. Pero aquí está llamando un tal Kim Seokjin y está exigiendo hablar con Hoseok —informó, entregando el aparato.
Namjoon lo tomó pero enseguida miró a Hoseok para saber si quería contestar personalmente. Y así lo hizo, le fue entregado el teléfono y enseguida se lo llevó a la oreja.
—Jin...
—¡Hoseok! Al fin te encuentro, te he estado llamando al celular , ¡por favor no cuelgues!
—¿Qué diablos te ocurre, Jin? ¿Por qué hiciste un escándalo en el club? —acusó el exbailarín con evidente molestia en su voz.
