1 de 2Yoongi había regresado a casa luego de haber dejado a los niños en el colegio.
Estuvo llamando a Hoseok pero este no contestaba sus llamadas, pensó que seguramente estaba muy ocupado en el club y por eso no podía atender. O eso pretendió creer, pues una parte de él se sentía con demasiada incertidumbre y celos, pero lo que menos deseaba, era pensar cosas malas de su novio. Aún sentía demasiada culpa por haber invadido su privacidad revisando su celular, así que estaba ignorando esos pensamiento negativos en su cabeza.
Subió a la planta alta, con Eunji, la mujer que trabajaba en la limpieza de su casa.
La mujer entró a la habitación de uno de los niños mientras que él se encerraba en la suya.
Se recostó en la cama destendida, sacó el celular de su bolsillo y volvió a intentar comunicarse con Hoseok, escuchó por la bocina como el número comenzaba a marcarse hasta que sintió la vibración cerca de sus piernas.
Se sentó sobre la cama y movió las sábanas para buscar el aparato, por esa razón su novio no atendía; había olvidado el celular.
Lo sostuvo entre sus manos un momento, recordando lo que descubrió en su contenido.
Una notificación en su propio celular lo sacó de sus pensamientos, leyó el mensaje que Taehyung le había enviado:
—No sabía que tu novio también atendía a sus clientes por las mañanas, es un descarado, hasta en el parque familiar viene a hacer sus porquerías.
Frunció en ceño con enojo, otra vez Taehyung ofendiendo a su pareja.
—¿De qué mierda estás hablando? Me importa un carajo que estés ebrio, porque ni en ese estado voy a permitir que insultes a Hoseok, imbécil.
Rápidamente el contrario le respondió, enviándole un foto de sí mismo bebiendo té en una cafetería.
—Solo he bebido té, así que no estoy ebrio.
Yoongi no tuvo más paciencia y lo llamó.
—Jefe, buenos días —contestó el chico del otro lado de la línea.
—Escúchame muy bien, Kim. No voy a soportar más que vuelvas a dirigirte de esa manera a...
—Escúchame tú a mí, Yoongi —interrumpió—. Te advertí que no debías darle tanta confianza a ese chico, pero estás tan idiotizado por él, que no ves más allá de tus narices. Hace un momento estaba en el parque cerca de los restaurantes, en compañía de su compañero de oficio... ¿cómo es que se hace llamar? Ah, sí... El tal Baby-J. Y eso no es lo peor de todo... Tu noviecito estaba con otro hombre, abrazados, dándose demasiado cariño en público...
Un pesado silencio se instaló entre ambos, Yoongi sintió como la bilis subía hasta su garganta.
Su rostro enrojeció y tensó la mandíbula apretando con fuerza los dientes.
No podía ser cierto, Hoseok no era ese tipo de chicos. Él era bueno, ¿cierto?
—Bien... Como tu amigo me correspondía avisarte. Es tu problema si permites que te sigan viendo la cara. Adiós —Taehyung cortó la llamada, dejándolo con la cabeza caliente llena de imágenes con los peores escenarios en los Hoseok podía estarlo traicionando.
Se levantó de la cama, con los celulares en cada mano. Comenzó a caminar de un lado a otro, tratando de calmar las ansias de irlo a buscar para pedir una explicación.
Desbloqueó el celular del exbailarín, entrando a la mensajería. No había nada nuevo a lo que ya había visto la noche anterior. Excepto por una decena de llamadas perdidas de Mi alpaca
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¿Cuánto vale un rato más? -Yoonseok- (TERMINADA)
FanficYoongi trabaja más de once horas al día para mantenerse a él y a su pequeño hijo, la vida es demasiado cara y no puede darse el lujo de quedarse en casa a holgazanear. Excepto cuando se da el gusto de visitar un club nocturno para divertirse y embri...