Yoongi trabaja más de once horas al día para mantenerse a él y a su pequeño hijo, la vida es demasiado cara y no puede darse el lujo de quedarse en casa a holgazanear. Excepto cuando se da el gusto de visitar un club nocturno para divertirse y embri...
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—Lo sé... —Contestó con la voz ronca, al recordar cada noche que presenció los sensuales pasos de baile del chico—. Solo estoy corroborando la información.
Hoseok sintió su rostro demasiado caliente, estaba completamente rojo como un tomate.
Yoongi no dijo nada más para no hacer más grande la tensión que se estaba sintiendo. Imprimió rápidamente el contrato, lo firmó y se lo dió al bailarín.
—Por favor, revísalo para que verifiques que todo está en orden.
Hoseok comenzó a leer el documento con atención. —Todo está bien, Yoongi —respondió dejando la hoja sobre el escritorio.
—Muy bien, entonces por favor firma y ya podrás ocupar tu nuevo hogar —le ofreció un bolígrafo y enseguida firmó—. Cómo agradecimiento por arrendar con nosotros, te obsequiamos la mudanza para que en cuanto antes habites el departamento —le entregó una tarjeta con los datos del servicio.
Hoseok observó la tarjeta entre sus manos y la deslizó por el cristal del escritorio para devolverla. —Lo siento pero no tengo muebles, le pediré a un amigo que me ayude a llevar lo que tengo —comentó con un poco de vergüenza.
Él había estado ahorrando dinero y pagando el colegio de Jiwoo, no podía darse el lujo de gastar en muebles nuevos si solo vivía en un pequeño cuarto de servicios que le alquilaban en una vieja casa. Con el nuevo departamento, se motivaría a empezar a amueblar su nuevo hogar.
—¿Estás seguro? No importa si no tienes muchas cosas, el servicio puede ayudarte a llevar cualquier cosa —Yoongi también se había inventado lo del servicio de mudanza gratis, él lo pagaría.
—Te agradezco pero no —sonrió mostrando los hoyuelos que se formaban a los costados de sus labios haciendo derretir de ternura a Yoongi—. Mi mudanza será demasiado rápida que seguramente estaré instalado mañana o el miércoles —se levantó colocándose nuevamente su mochila y acomodó la silla—. Gracias por todo, Yoongi.
El pálido se levantó también y estiró su mano para estrecharla con la del chico. — Gracias a ti... Por aparecer en mi vida... —Eso último lo pensó.
—Bien, es hora de irme —estrecharon sus manos en un fuerte apretón.
—Las llaves del departamento te las entregará el recepcionista del edificio... Espero verte pronto —dijo cuando miró como Hoseok caminaba hacia la puerta, Yoongi no pudo evitar desviar su mirada al trasero de Hoseok, el bailarín no se percató de la mirada en él y tampoco contestó nada, solo salió.
Yoongi sonrió ampliamente y volvió a sentarse mirando en la pantalla de la computadora el contrato de Hoseok. Tomó el teléfono llamando a la extensión de su amigo Taehyung.
—Tae, necesito urgentemente que me consigas un paquete de sala y comedor para hoy mismo —pidió a su amigo y compañero de trabajo quien era un diseñador de interiores.
