Los días fríos de diciembre parecían estar transcurriendo con normalidad, Hoseok había estado estudiando para sus próximos exámenes; no podía fallar a ninguno o perdería tiempo. Aunque el tema sobre dinero y el club ya había terminado, ansiaba poder graduarse y tal vez trabajar en los proyectos que Namjoon le ofreció, incluso Yoongi le comentó que podría buscar un lugar para él en la inmobiliaria.
Su vida personal junto a su familia iba muy bien, algunos altibajos con su novio pero habían aprendido a solucionarlo de inmediato, en privado, cuando los niños dormían. Claro, después de hablar y aclarar las ideas de cada uno, terminaban compartiendo intimidad.
Después de llevar a los niños al colegio, y que Yoongi se marchara a la oficina, Hoseok volvió a casa para alistarse; al medio día tenía su primer examen y debía estar preparado.
Estaba repasando algunos apuntes en el pequeño estudio, cuando su celular lo distrajo con una notificación:
—Hoba, ¿aún estás en casa? Olvidé unas carpetas y mandaré por ellas.
Escribió su novio en un mensaje y él respondió enseguida:
—¿Qué carpetas, cariño? ¿Unas verdes que están sobre tu escritorio?.
—Sí sí, amor. Me olvidé por completo de ellas y son necesarias para una junta que tengo en un rato con unos nuevos clientes. ¿Puedes entregárselas al mensajero? Ya sale para allá.
Hoseok miró la hora en la parte superior de la pantalla de su celular. Aún era temprano y faltaban algunas horas para el examen.
—No envíes a nadie, amor. Yo las llevo ahora mismo.
—No, Hoba, hoy es un día importante y no puedes distraerte. Irá el mensajero.
—Yo te las llevaré, ¿o acaso no quieres verme? Porque yo me muero por besarte...
—No me molestaría repetir lo que sucedió la última vez que viniste a visitarme... mi escritorio te extraña... Aquí te espero.
Aunque su corazón y su entrepierna palpitaron frenéticamente, no continuó el coqueteo erótico de Yoongi, tomó las carpetas y de inmediato salió rumbo a la inmobiliaria.
Al llegar, le dieron acceso de inmediato, ya conocían que era él la pareja del gerente administrativo. Subió al ascensor y se dirigió enseguida a la oficina del mayor, saludando a su paso a las secretarias.
Tocó la puerta y esperó a que Yoongi le permitiera entrar. Cerró la puerta una vez estuvo dentro y se acercó al escritorio donde su novio revisaba un montón de documentos.
—Vaya, cariño, tienes muchísimo trabajo...
—Hoba, gracias por venir —se levantó y lo tomó entre sus brazos para besarlo—, te necesitaba.
Hoseok lo abrazó del cuello y sonrió frotando su nariz contra la de él.
—¿Puedo ayudarte en algo? No quiero que termines estresado.
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¿Cuánto vale un rato más? -Yoonseok- (TERMINADA)
أدب الهواةYoongi trabaja más de once horas al día para mantenerse a él y a su pequeño hijo, la vida es demasiado cara y no puede darse el lujo de quedarse en casa a holgazanear. Excepto cuando se da el gusto de visitar un club nocturno para divertirse y embri...