Yoongi trabaja más de once horas al día para mantenerse a él y a su pequeño hijo, la vida es demasiado cara y no puede darse el lujo de quedarse en casa a holgazanear. Excepto cuando se da el gusto de visitar un club nocturno para divertirse y embri...
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Hoseok se levantó muy temprano para alistar a los niños para el colegio. No había dormido bien pues estaba al pendiente de que Yoongi no vomitara mientras estaba dormido, ya que podía ahogarse.
Además de sentirse afligido por la confesión de su novio, ¿por qué había revisado su privacidad si jamás le había dado motivos para dudar de él?
Jimin se lo advirtió tantas veces pero no creyó que Yoongi haría algo como eso. No solo había invadido su privacidad, sino que había demostrado no confiar en él después de haber dejado toda su vida por él.
Le explicó a Jisung y a Jiwoo que papá estaba enfermo y por eso no había desayunado con ellos, ni tampoco los había acompañado a la escuela. Ellos lo tomaron bien, aunque quedaron un poco preocupados.
Volvió a su hogar, donde Yoongi aún dormía. Hoseok le dió el día libre a Eunji, no quería que estuviera en casa cuando Yoongi despertara y ambos enfrentaran la realidad, aunque a decir verdad, Hoseok no sabía qué decisión tomar.
Tomó asiento en la orilla de la cama, observando como Yoongi dormía profundamente. Acarició su mejilla, ahora estaba tibia; definitivamente el mayor lucía mucho mejor que cuando llegó.
—¿Por qué no confiaste en mi, amor? —susurró sin detener sus ligeras caricias—. Yo sería incapaz de traicionarte... yo... siempre he dado lo mejor de mí, para las personas pero, todo termina en un desastre. Primero mis padres, ese accidente que me los arrebató... Tener que cuidar de Jiwoo, tan pequeña, tan indefensa, cuando ni siquiera podía cuidar de mí mismo... Entrar a ese negocio de bailes eróticos, fue tan difícil para mí, pero era el único empleo con una buena paga. Todos esos tipos mirándome con morbosidad... sus asquerosas manos queriendo tocar de más... —limpió las lágrimas que rodaron por sus mejillas—. Luego Seokjin... él solo me llenó de ilusiones... me entregué por completo a él para que de pronto desapareciera de mi vida sin ninguna explicación... Después llegaste tú, con tu luz, con tu cariño... Pero tu mejor amigo me detesta, el piensa que soy un cualquiera... ¿ese es el costo que hay que pagar por ser feliz a tu lado? Sabes que yo jamás me aprovecharía de ti, porque estoy enamorado. Amo Jisung, amo la familia que hemos construido... yo jamás haría nada para dañarte...
En medio de su discurso, el celular del pálido comenzó a vibrar en la cama, interrumpiendo a Hoseok.
Buscó entre las sábanas y ni así despertó Yoongi. Cuando lo encontró, miró la llamada entrante de Jungkook.
—No voy a contestar, porque debo respetar tu privacidad —dijo en voz baja mirando como la llamada terminaba.
Dejó el aparato en la mesita de noche pero las llamadas insistían. Aguardó hasta que se quedara en silencio pero no dejaba de vibrar.
Irritado, tomó el celular y contestó, entrando al baño.
