35. 👔❤️🔥

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Yoongi entró al club, uno mucho más pequeño que el Secret Mute, pero igual de agradable y de ambiente.

La decoración se basaba en tonos blancos, con muros de espejo y un suelo negro brillante.

—Un whisky puro por favor —pidió al barman, quien enseguida le entregó su bebida.

Degustando pequeños sorbos, sintiendo el delicioso ardor en su garganta, caminó por el lugar, conociendo cada rincón ignorando lo que sucedía a su alrededor: clientes disfrutando de la compañía bailarines, bebiendo, besándose y tocándose sin pudor.

Él solo tenía un objetivo, no le interesaba nada ni nadie más.

—¿Necesitas compañía, cariño? —un bailarín le preguntó, acercándose peligrosamente a él. El pálido negó, sin ser descortés, alejó aquellas ajenas manos de su torso.

—Estoy buscando a Hoseok —dijo acercándose al oído del bailarín, pues la música sonaba demasiado alto.

—¿Hoseok? Lo siento, lindura, pero no conozco a nadie con ese nombre —respondió confundido.

—Sí, Hoseok, el mejor bailarín del club. El chico más hermoso del universo... Mi Hoseok, mi Hoba.

El bailarín negó y se alejó, el pálido continuó buscando, acercándose al área de privados. Preguntó nuevamente al guardia con esperanza de dar con él.

—Disculpa, quiero un privado con J-Hope.

—Te habías tardado, lindura, pasa por favor. J-Hope te está esperando.

Sin revisarlo por seguridad, lo dejó entrar tan fácilmente. A Yoongi se le había hecho demasiado extraño pero no dijo nada, solo ansiaba verlo a él.

El privado era más extenso, al igual que afuera, los muros eran de espejo. Un gran sofá descansaba en medio del espacio, y el lugar era iluminado por luces cálidas y tenues.

Ahí estaba él, Hoseok, sentado sobre el sofá rojo, con las piernas desnudas, cruzadas, y bebiendo agua de una botella.

—J-hope —musitó el pálido totalmente nervioso.

—Lindura, pasa por favor —J-Hope se levantó y extendió su mano para tomar la del contrario.

Embelesado, el pálido miró su exótico atuendo. Una diminuta falda negra plisada, con una camiseta de red y su característico cubrebocas negro adornado con pedrería. Ropa que le quedaba jodidamente perfecta.

—Ponte cómodo, que ya empiezo con tu baile... —pidió con sensualidad, dejándolo sobre el sofá.

La música comenzó a sonar, un ritmo erótico y sensual, J-Hope comenzó a moverse al compás. Meneando la cadera, moviendo la pelvis de atrás hacia adelante, luciendo sus largas y estilizadas piernas. Yoongi se volvió loco de inmediato, trató de levantarse pero el bailarín lo detuvo, subiéndose a horcajadas sobre él.

—Tengo que decirte algunas reglas que hay que seguir, lindura —continuó moviendo su pelvis sobre él—. No puedes quitar mi cubrebocas, no puedes usar tu boca para nada. Nada de sexo, nada de besos... No puedes tocar mis partes privadas, aunque si puedes tocar aquí —tomó las manos de Yoongi y las colocó sobre sus glúteos—. Y nada de violencia, guapo, trátame con mucha delicadeza y amor...

Yoongi asintió sin despegar la mirada de los ojos de J-Hope, observando atento el placer que se reflejaba a causa de los movimientos de fricción.

Levantó su pelvis un poco para que el bailarín se frotara contra su dura erección con más libertad, J-Hope comenzó a soltar sutiles gemidos que estaban encendiendo el momento íntimo entre los dos.

¿Cuánto vale un rato más?  -Yoonseok- (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora