Capítulo 7 ❤️‍🔥

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   Al siguiente día, en punto de las seis de la tarde, Yoongi llegó a la dirección que RM le indicó

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   Al siguiente día, en punto de las seis de la tarde, Yoongi llegó a la dirección que RM le indicó. Se quedó dentro de su auto mirando el enorme portón de madera con algunos adornos en metal, y los enormes muros cubiertos por plantas trepadoras perfectamente cortadas y alineadas. Todo se veía tan pulcro y eso que solo se trataba de la entrada.

La puerta enseguida se abrió y un hombre vestido formalmente salió acercándose a la ventanilla del lado de copiloto del auto de Yoongi.

Le pidió su identificación y lo dejó entrar, anunciandole que J-Hope ya lo esperaba.

Condujo unos metros más para acercarse a la mansión, había un largo camino rodeado por césped y varios tipos de árboles, acompañado por un silencio bastante pacifico.

El atardecer estaba frío, la noche estaba cayendo.

Aparcó el auto al frente de la enorme casa, se quedó un momento observando los grandes ventanales y los muros pintados en color blanco. No es que se sintiera curioso por conocer la lujosa mansión pues en su empleo veía a menudo ese tipo de lugares, simplemente se sentía muy muy nervioso. Sabía que Hoseok ya lo esperaba, se comenzó a sentir como un adolescente en su primera cita. Su corazón latió más fuerte y de repente tuvo ganas de vomitar a causa de la emoción que estaba sintiendo.

Se miró por el espejo retrovisor, asegurándose que se seguía viendo bien. Sonrió con los labios cerrados sintiendo un poco de timidez al mirar su nuevo peinado que lo hacía lucir mucho más maduro. Su frente estaba casi descubierta, un par de mechones caían sobre esta.

No perdió más el tiempo y bajó del auto. Caminó hacia la puerta con las manos dentro de los bolsillos de su pantalón.
Tocó el timbre y esperó paciente, hasta que J-Hope abrió.

—Hola —saludó el pálido en cuanto vio al bailarín frente a él. No llevaba puesto su cubrebocas, y eso lo hizo sentir aún más nervioso.

—Hola, Yoongi. Pasa por favor —se hizo a un lado para que Yoongi entrara, inconcientemente se mordió el labio inferior y sonrió. Él estaba sintiendo exactamente lo mismo que su cliente.

Yoongi siguió a Hoseok a la sala de estar, había un gran sillón en escuadra, en color café oscuro con muchos cojines. Una alfombra color beige de piel sintética reposaba en el piso.

Yoongi tomó asiento en el sillón y el bailarín se quedó de pie frente a él. —¿Quieres beber algo? Estoy seguro que en el mini bar hay de todo —el pálido lo miró sin disimulo de los pies a la cabeza, el chico no llevaba ropa exótica como en el club y aún así se seguía viendo tan malditamente sensual. Llevaba un pantalón negro de vinipiel que delineaba las curvas de sus muslos, Yoongi tragó la saliva acumulada en su boca para luego desviar su mirada a su torso. Una camiseta ajustada, negra y sencilla, de manga larga, haciendo juego. —¿Entonces...? —preguntó al no tener respuesta de su cliente.

¿Cuánto vale un rato más?  -Yoonseok- (TERMINADA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora