Amanda
Mi príncipe... bueno, mi antiguo príncipe que realmente no era un príncipe y estaba lejos de serlo. No podía creer que fuera el quien me estuviera llamando.
—¿Entonces estas en un crucero?
—Así es.
—¿Y cuándo volverás?
—En unos setenta y siete días, más o menos —respondí.
—Eso es mucho tiempo —dijo, con lo que pude notar, era un tono de tristeza.
Por un momento, sentí algo de pena por él. Sonaba deprimido y si yo hubiera estado con él, hubiera corrido a consolarlo y darle todo el amor posible.
«Pero él terminó contigo, ya no quiere tu amor».
—Sí, lo es.
—Te extraño, Amanda —soltó, de pronto—. Nunca debí terminar contigo.
—Yo...
—Prometo que te voy a esperar y cuando vuelvas, seremos igual que antes.
¿Igual que antes? Él había terminado conmigo porque le parecía que nuestra relación era monótona, aburrida y sofocante. Él decía que yo era demasiado absorbente y que no le daba el suficiente espacio, ¿y quería volver a lo mismo conmigo? Eso no me hacía nada de sentido.
—Lo tengo que pensar.
Dicho eso, corté la llamada.
Durante todo ese mes abordo había estado intentado no pensar en Aron y ahora llamaba y arruinaba todo el progreso que llevaba diciéndome unas simples palabras que no reparaban ni la mitad del daño que le había hecho a mi corazón y cabeza.
De pronto, sentí como alguien puso delicadamente su mano sobre mi hombro.
—¿Estás bien? —me preguntó Kyle.
—A-ah, sí...
Limpié mis ojos, los cuales estaban a punto de desbordarse por las lágrimas e intenté darle una sonrisa.
—Acabas de limpiar tus lágrimas —me dijo—. No estás bien.
Mi sonrisa se borró y mis ojos volvieron a llenarse de lágrimas.
—¿Te puedo contar algo sin que pienses que doy pena?
—Claro. Jamás pensaría que das pena —me dijo con una sonrisa comprensiva.
—Bueno, vine a este viaje porque un poco más de un mes antes de embarcar, mi novio terminó conmigo —solté un suspiro—. Llevábamos más de tres años y de pronto dice que la relación se volvió aburrida y que yo soy asfixiante, y quizás lo soy, ¿pero no se dio cuenta antes? Yo siempre he sido igual, durante esos tres años fui igual ¿y se demoró tanto en notar el problema?
—¿Él te llamo?
—Sí..., quiere que volvamos.
—¡No!
Lo miré algo extrañada por su reacción.
—Digo, no puedes volver con alguien así. Es muy probable que en unos meses más vuelva a decir que eres asfixiante. Seguramente ahora se siente solo y cree que tú eres la clase de chica que caería en sus engaños.
—¿O sea, que soy estúpida?
—¡No! O sea, él lo cree, pero no lo eres —aseguró—. Eres muy lista. Amo cuando dices datos curiosos de los lugares en que nos detenemos, suenas cómo una enciclopedia y no cualquiera puede memorizar esas cosas.
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¡Vamos a un Crucero!
RomanceLisa es chef en un restaurante cinco estrellas y, junto con su mejor amiga Elsa, quieren ampliar sus horizontes trabajando en un crucero de lujo. A sus planes se une su compañera de departamento, Amanda, a quien recientemente le rompieron el corazón...