Lisa
Elsa y yo estábamos caminado sigilosamente por los pasillos, alertas a cualquier movimiento.
No sabíamos si los tipos estaban armados, pero suponíamos que no. Hubiera sido muy difícil meter un arma de fuego al barco, aun cuando habían metido una bomba, pues esa podía haber sido un poco más fácil de pasar desapercibida.Mientras caminábamos terminamos entrando a la cocina de uno de los restaurantes, la cual estaba vacía.
—Busca cualquier cosa que sirva de arma, como un cuchillo o una sartén —me dijo Elsa, comenzado a abrir los compartimentos.
Yo tomé dos sartenes y cuando me di vuelta para mirar a Elsa, noté que alguien estaba detrás de ella, a punto de darle un golpe con un uslero.
—¡Elsa!
Al mismo tiempo que la alerté, lancé uno de los sartenes, dándole al tipo en la cabeza.
Elsa se volteó y le arrebató el uslero, para comenzar a luchar.
Justo en ese momento, el otro tipo salió de dentro de la lacena y se lanzó contra mí.
Ambos caímos al suelo y comenzamos a forcejear por la sartén. Mientras eso sucedía, pude oír a Elsa hablar:
—¡Los tenemos! ¡Cocina del restaurante bufé!
Supuse que había avisado eso por el radio, pero no sabía exactamente cuánto tardaría en llegar la ayuda, por lo que sólo decidí seguir forcejeando.
El tipo logró quitarme el implemento y debía admitir que me sorprendía que se hubiera demorado tanto, pues mi fuerza no era demasiada.
Alcancé a correrme cuando iba a darme justo en el rostro y me puse de pie para intentar encontrar algo más para luchar. Fue ahí, cuando vi los cuchillos de cocina en uno de los soportes de madera.
Sin pensarlo más de dos segundos, tomé el cuchillo más grande de todos: el hacha de chef.
Cuando el tipo me vio levantando el cuchillo, retrocedió, pegándose al lavaplatos.
—Quizás este cuchillo no tiene punta como para apuñalarte, pero se utiliza para cortar carnes y hueso y créeme, sé cómo se usa.
Claro, yo no solía trabajar con ese tipo de utensilios, pero de que sabía utilizarlo, sabía.
El tipo soltó la sartén, e intentó correr, pero yo lo seguí rápidamente y lo tacleé justo en el momento que se acercaba a la puerta de salida hacia el comedor.
Ambos quedamos en el suelo, con la mitad del cuerpo en la cocina y la otra en el comedor, justo en el momento en que varios hombres de seguridad entraban.
Tomaron al tipo y yo dejé el cuchillo al lado, mientras iban por el otro, quien seguía con Elsa revolcándose en el piso.
A diferencia de mí, Elsa no había salido ilesa, pero simplemente parecía haberse esguinzado la muñeca, algo que los médicos del lugar podrían tratar sin problema.
Cuando ambas estuvimos fuera de la cocina, yo la abracé con fuerza.
—Lo hicimos...
—Somos las mejores —dijo con bastante convicción.
Cuando íbamos a salir del comedor, los otros tres aparecieron.
Shaun corrió a abrazarme con fuerza y Kyle fue a abrazar a Elsa.
—Para que no te sientas menospreciada —le dijo.
Elsa solo rio, aun agarrando su muñeca, pues debía dolerle.
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¡Vamos a un Crucero!
RomanceLisa es chef en un restaurante cinco estrellas y, junto con su mejor amiga Elsa, quieren ampliar sus horizontes trabajando en un crucero de lujo. A sus planes se une su compañera de departamento, Amanda, a quien recientemente le rompieron el corazón...